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Lalisa.

Insistí varias veces, no una, ni dos, más bien millones de veces. Recordé el trato de Jeon Jungkook, en vivir en su casa, no me parecía correcto, pero era un trato a excepción que lo llegara a sobornar, ¿pero con qué?

Esto ya era una tortura, no solo una tortura, era más que eso, mi propósito se fue a la quiebra cuando Jeon rico, guapo, encantador Jungkook me conoció, todo se fue desmoronando, lo bueno de eso es que no dejaba que ninguna de mis pruebas esté afectada, supongo que eso es grandioso.

Llamé a la casa de Jungkook, la señora Park fue quien contestó.

-Habla la señora Park, en que lo puedo ayudar.- respondió.

-Buenas..- miré por mi ventana, y noté que el cielo estaba completamente oscuro- Noches señora Park- dije mientras que acomodaba un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

-Oh Señorita Lisa, que placer es volver hablar con usted, mi señorita.- dijo contenta. -La he estado esperando. El joven Jeon dijo que vendría para vivir aquí, pero hasta ahora no la veo llegar. ¿Esta pérdida?¿quiere que le mande a uno de los chicos para que la recoja?-dijo preocupada.

-No, no señora Park. Quería hablar con Jungkook.- dije.

-Oh mi niña. El joven Jeon no se encuentra aquí, por que no le llamas al número de la casa en donde se encuentra, seguro Hana te pasará.- dijo del otro lado de la línea.

-Si...- dije moviendo mis dedos.- ¿me podría decir cual es el número de la casa?

-Claro.- empezó a dictar una serie de números, y yo iba anotando dichos números. -Hay algo más en que la puedo ayudar mi señorita.- dijo. Respondí con un no y me despedí de ella.

Levanté mis hombros al sentir un pequeño escalofrío recorrer por mi médula espinal. Hace mucho frío. Pensé antes de ir al armario y sacar un abrigo de ahí y ponérmelo. Mire aquella pequeña hoja en donde portaba el número y de nuevo agarre el teléfono y marqué aquel número, un pitido empezó a sonar. Esperé unos cuántos segundos hasta que una voz femenina contesta la llamada.

-Casa Jeon. ¿En que puedo servirle?- habló. Más que seguro es Hana. Pensé.

-¿Eres Hana?- hablé.

-Si, ¿en que puedo servirle?- dijo muy formal, haciéndome recordar mucho a la señora Park.

-Soy Lalisa y quisiera hablar con Jungkook, puedes pasármelo por favor.- dije amablemente. Un chasquido sonó, casi molesto para mis oídos.

-Claro, espere unos minutos.- dijo ahora más informal. Al parecer es chica sigue teniendo odio hacia mí.

Esperé un lapso de cinco minutos mientras que jugaba con mi cabello, hasta que una voz masculina conocida contestó.

-Dime Jeong.- sentía como su voz era más dura de lo normal, como si estuviera molesto, pero era obviamente que no me iba intimidar ¿o si?

-Jeon, escucha, no viviré en esa casa. Me quedaré con Jennie-unnie, prefiero estar con ella. Disculpa, enserio, pero podríamos omitir esa- tonta regla que impusistes solo para molestar . Pensé.- regla.

Un suspiro se hizo presente por la línea.

-Esta bien, pero, eso sí ya no más reglas omitidas ¿entendido?- dijo. Hice un pequeño sonido dando entender que estoy de acuerdo. -Bien, mañana te recogeré después de las clases, compraremos algunas cosas, definitivamente tienes un muy mal gusto por tu atuendo. Acaso eres una niña de cinco años, o claro que no, hasta una niña de esa edad tiene mejores gustos que tú. - reclamó.

Mi novia es una niña// LiskookWhere stories live. Discover now