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Ya estaba con los zapatos puestos. Enserio que esta señora es muy insistente, a pesar de que intente rechazar los zapatos, ella insistía.

- ¿Quiere algo más, señorita Lalisa? - habló de nuevo. Esta señora es realmente molesta, cada 10 minutos para preguntándome si quiero algo y en cada pregunta, siempre le respondí con un "no, gracias" .

- Por quinta vez no, señora - respondí con una voz minuciosa y negando.

Ahora me encuentro en uno de los sillones de esta gran sala, esperando a que llegue un tal "Jeon Jungkook", su nombre, me tiene familiarizada. Es como si lo ubiera escuchado antes, pero no recuerdo nada de esa persona.

- Te debes sentir muy aburrida. El joven amo, dijo que no tardaría. De repente esta cerca - dijo impaciente la señora.

- Puedo preguntar, ¿cómo se llama? - pregunte con curiosidad, las demás muchachas, solo me miraron y volvieron a su trabajo.

- Aquí todos me dicen señora Park, también me puedes decir así, señorita Lalisa - dijo ella terminando la oración, con una hermosa sonrisa.

Asentí. Escucho el ruido del auto aproximarse, miro hacia el gran ventanal que está con las cortinas cerradas y veo por esta, no se ve tan bien, pero la tela no es tan oscura así que puedo ver un poco.

De nuevo el ruido de la puerta se escucha, las pisadas pesadas de alguien se aproxima hacia la gran sala, y veo como entra un joven. Piel blanca, cabello negro, labios delgados, era muy alto y guapo. Bueno no podía esperar nada más del dueño de esta casa.

Me levanto del sillón y hago una pequeña reverencia, y retomo mi postura principal, mientras mi cabeza está agachada.

- Me alegro que te hayas levantado, cariño - la última palabra me deja en shock.

"¿Cariño?"

Ni siquiera te conozco, y me dices cariño. Que poca vergüenza tiene este chico.

- ¿Has comido?, ¿Como has dormido?, ¿Espero que hayas soñado conmigo, cariño? - no puedo ver su rostro, pero siento que esboza una sonrisa, ¿Acaso se esta burlando de mi?.

- Me puedes decir, ¿Que hago aquí? - caraspeo incómoda.

Levanto mi mirada, y veo que esta sonriendo de lado, sus ojos son negros y profundos hasta me puedo perder en ellos, su sonrisa es como la de un pequeño conejo. Pero de una u otra manera, su cara me hace conocida, y no es como si lo ubiera visto en algún cartel publicitario, si no que va más allá.

- Pues... - sonríe de nuevo mirando a otro lado - te trage a mi casa. Estabas muy cansada, así que te trage aquí. Tal vez no me recuerdes, por que no te dije mi verdadero nombre. - Dijo sonriendo.

Acaso me esta vacilando. Arquee una ceja, mientras que le miraba.

- En la fiesta te dije que me llamo Dong - habló de nuevo sonriendome.

Ahora que lo recuerdo ayer en la noche me acerqué al supuesto "Dong". Me quedé dormida, siendo sincera ayer probé lo que era el alcohol, por esa razón no soy muy tolerante al alcohol.

- Pero ayer no sabías sobre mí, al parecer no me conocías o es que vivías debajo de una piedra - dijo dando una risilla. - Ahora que ya estás bien, me llamo Jeon Jungkook, Lalisa - habló este.

- Si solo querías decir eso - hable y mordi ligeramente mi labio inferior. - ¿Ya me puedo ir?

- ¿Sigues sin conocerme? - hablo este con el semblante serio - ¿Acaso vives de bajo de una piedra, niña? - habló este de nuevo.

Mi novia es una niña// LiskookWhere stories live. Discover now