26- Hora de Volver

1.1K 97 11
                                    





Como Sebastián se encontraba en el entrenamiento de ese día, Julieta se encontraba en casa sola junto a Magdalena.

La chica se encontraba ayudando a la señora, nada más y nada menos que en sacar la basura. Por más que Magdalena se hubiera negado, Julieta insistió y ganó aquella batalla.

Finalmente Julieta se encontraba regresando al apartamento, esa mañana se encontraba cero arreglada. Simplemente traía un short deportivo femenino, una playera con el 17 atrás y el nombre de Sebastián.

La prenda era de Sebastián, por lo que le quedaba enorme, pero eso no le importaba. Iba saliendo del elevador cuando se encontró a Irma frente a la puerta de Sebastián, parecía que estaba por tocar, pero no lo hizo.

Como si Irma hubiera sentido la mirada pesada de Julieta, la primera volteó y entonces las miradas se cruzaron.

— ¿ está Sebastián? — cuestionó Irma sin siquiera saludar.

— No, no se encuentra.

— No pensé que te encontraría aquí a esta hora.

— Si bueno, mientras mi novio no está yo tomó mis clases y ayudó a limpiar la casa — explica con una sonrisa falsa.

— ¿ viven juntos?

La cara de Irma era un poema, no podía evitar estar sorprendida y molesta al mismo tiempo.

— exactamente.

— Bueno... Debe ser pesado para Sebastián trabajar y pagar tus estudios — comenta Irma buscando molestar a Julieta.

— Probablemente lo sería si así fuera, pero no es el caso, así que no es algo que me preocupe.

Y Julieta parecía no estar incómoda ni molesta por los comentarios fuera de lugar, no podía por que sabía que es lo que la mujer buscaba.

El estudiar leyes le ha hecho aprender a controlar sus emociones frente a alguien, sabe que enojandose o llorando no conseguiría nada. Así que hizo caso omiso a su sentir y simplemente, siguió adelante con su buen humor.

— ¿ necesitas algo más?, Sebastián está por llegar y aún hay cosas que hacer allá adentro.

— No, solo dile que necesito hablar con el algo sobre el apartamento.

— con gusto, con permiso.

Julieta le dedicó una sonrisa falsa, pero disimulada. Irma se fue moviendo sus caderas, resonando sus tacones y sobre todo, molesta por la presencia de Julieta

El resto del día no hizo nada interesante más que esperar a Sebastián, quien iba llegando un poco más tarde de lo normal.

— Hola, juls — saludó el chico con una sonrisa cansada

— Hola Sebas, ¿ como te fue?

— El entrenamiento muy bien, tranquilo, pero tuve una Junta.

El chico vio la era en su celular, eran las 5:30 de la tarde.

— me imagino que a esta hora ya comiste — comenta el dejándose caer sobre el sofá

— si, te espere pero no llegaste

Sebastián suspiro  y asintió con algo de pena evidente.

— Si.. Disculpame por favor. Debi responderte los mensajes, pero estaba ocupado tratando de resolver algunos problemas con el apartamento. Además tuve entrevistas y...

Uno Más / Sebastián CórdovaWhere stories live. Discover now