Uno Más / Sebastián Córdova

21 - Cambios.

Una llamada, era una simple llamada y Sebastián no podía hacerla. Cualquiera diría que es simplemente, entrar a la aplicación y seleccionar el contacto para llamar.

Pero para Sebastián, era difícil. Se trataba de volver a escuchar a Julieta, el sabía lo que eso significaba.

Probablemente todo dentro de si se removeria, sus sentimientos, un cosquilleo o algo al escucharla. Lo sabía perfectamente, por eso le costaba.

- Sebastián, que gusto verte.

Irma estaba saliendo del elevador, Sebastián estaba por subir, pero prefirió dejar que las puertas se cerrarán.

- Hola Irma - saludó un poco serio.

- Fui a tu apartamento, como dijiste que aún no conoces la ciudad, quería saber si te gustaría ir.

Sebastián hizo una mueca, en verdad le gustaría ir, pero no sabía. El recuerdo de lo que sucedió con las llamadas, volvió a el.

Sintió algo se enojo en ese momento, pues al Irma responder a la llamada de Julieta, todo lo había complicado.

Seguramente la menor de los Sánchez, Pensaría que Sebastián está saliendo con alguien más. Y aunque no fuera así, Sebastián conocía a la impulsiva Julieta.

Entonces parecia que la luz se iluminó para Sebastián, pues podría haber la posibilidad de que Julieta, se hubiera puesto celosa

- ¿ Sebastián? - cuestiona Irma al no obtener respuesta del chico.

- No lo se, tengo algunas cosas que hacer, pero si me desocupo te llamó, ¿ te parece? .

Irma disimulo una mueca de desagrado, sabía que era una excusa de Sebastián. Sin embargo no diría nada, solamente actuaría como si no pasara nada.

- Sin cuidado Sebas, cualquier cosa llamame y vengo de inmediato.

- De acuerdo, cuidate Irma

- igualmente, adiós Sebas.

Irma se fue del lugar saliendo del edificio, mientras por su lado, Sebastián entró al elevador para ir a su apartamento.

Como era de esperarse, Magda lo esperaba con la comida servida. El resto de la tarde no sucedió nada interesante, pues Magda se habia resignado a darle su tiempo a Sebastián.

El no se lo había pedido, pero ella así lo hizo. Había cumplido con aconsejar al joven, pero el decidiría en que momento hacer caso.

Así que la mujer adulta, se fue a su casa después de dejar todo en orden.

Sebastián se habia quedado sentado en el balcón, eran las cinco de la tarde, el sol se comenzaba a ocultar de la enorme ciudad.

Soltó un suspiro, habia pensado en toda su situación amorosa actualmente. Lo de darle celos a Julieta no sonaba mal, el pensaba en llamarla si o si.

Sencillamente ya no tenía nada que perder, hablando con Julieta, encontraría su solucion. Tocaría el tema, hablaría normalmente.

Si Julieta reclamaba algo, ya estaba, era obvio que podía estar celosa. Pero si no, entonces Sebastián haría cambios en su vida.

Tomó su celular y entró a aquel contacto, un par de segundos más tarde, ya estaba llamando.

Mientras tanto en la ciudad de México, Julieta se encontraba viendo los Juegos del hambre en la televisión.