18 - ¿ te gusta?

1.2K 93 23
                                    


Justo como Sebastián lo había dicho, pidió el permiso de unas horas para poder salir. Este se le fue concedido, a el y a sus compañeros pero sin llegar tarde por que debían viajar aún.

Así que ahí estaba Sebastián, tocando la puerta de la familia Sánchez. La puerta fue abierta por Julieta, quien al ver a Sebastián lo abrazo como saludo.

- que bueno que pudiste venir - dice ella sin dejar de abrazarlo

- Solo un rato, no nos dieron mucho permiso - murmura el

- le he dicho a mamá que te llame ayer, pero que no me habías confirmado si podías venir.

- bueno, deja le doy la sorpresa de que pude venir.

- claro que si, vamos.

Ambos chicos entraron a la casa, la señora Paty se encontraba sentada en el sofá viendo algún programa de cocina.

- Mamá - le llama Julieta logrando captar su atención

- ¡ Sebas!, que bueno que si veniste.

La señora Ramos se levantó del sofá y camino a donde Sebastián, quien al verla la recibió en un gran abrazo.

- Ya extrañaba venir a verla, hace mucho que no tenemos contacto - murmura Sebastián con una sonrisa

- Lo se hijo, ahora que ya no vives en México mucho menos

- Si, a sido difícil, pero llevadero.

- ¿ como está todo en tu nuevo club?, cuentame, ven.


El joven de pecas y la señora Paty, se sentaron en el sofá para platicar de la vida de Sebastián.

El le contaba de lo bien que se sentía en su nuevo equipo, algunas otras cosas más que la señora escuchaba con mucha atención.

Por otro lado, Julieta había ido a la cocina para servir un vaso de agua fresca para cada quien. Ella misma lo había preparado, sabía que a Sebastián le gustaba mucho el agua de Jamaica y por eso la preparó.

Ella no lo aceptaba o tal vez, no se daba cuenta, pero sabía muchas cosas de Sebastián. Desde su color favorito, su comida y película preferida.

La manera en la que le gusta ordenar sus cosas, el como arruga la nariz sin que se de cuenta, eso lo hace ver como a un tierno conejito.

Si, eso y muchas cosas más sabe ella, pero sigue negándose a querer algo serio. Al menos no en ese momento, por que estaban bien con lo que tenían, ¿ verdad?.

Cuando Julieta regreso a la Sala, entregó a cada uno su vaso de agua fresca. A Sebastián le brillaron los ojos al ver su agua preferida, agradeció y bebió de ella.

La plática continuó de lo más normal, eran las tres de la tarde ya y Sebastián debía irse a las cuatro para partir a las cinco a Monterrey.

Pero claro que no se iría sin probar uno de los guisos de la señora Paty, ella quería mucho a Sebastián, casi igual que a su hijo Jorge.

Ambos se conocían por que Sebastián, desde muy chico que comenzó a jugar en varios equipos. Por lo que ahí conoció a Jorge, en una pasantía y desde entonces, habían sido inseparables.

Todos se sentaron en la mesa, Sebastián sabía que estaba perdiendo su dieta al probar aquello, pero no le importaba.

Se permitió degustar aquel platillo, le parecía exquisito.

- ¿ gustas más agua? - preguntó Paty al ver que Sebastián, había terminado el tercer vaso de agua

- Van a decir que que encajoso, pero la verdad es que si - dice el y todos ríen

Uno Más / Sebastián CórdovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora