24 - Uno de muchos

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Julieta cerró su laptop, había terminado un proyecto de último momento en la escuela. Era domingo por la mañana y Sebastián estaba en el apartamento jugando algún videojuego.

La chica sonrió, se puso de pie y caminó hasta ponerse detrás de el. No entendía mucho de videojuegos, pero Sebastián parecía que si, pues sus dedos se movían rápidamente de un lado a otro.

Sebastián sonrió satisfecho cuando ganó la partida, levantó sus brazos en señal de victoria y eso, hizo reír a Julieta. Sebastián entonces se dio cuenta de que estaba detrás de el, ella se agachó y beso su mejilla.

Lo rodeó por el cuello, aun estando detrás del sofá que los separaba. Sebastián amaba este tipo de actos cariñosos que ella le daba, sobre todo cuando el no tenía que pedirlos.

- ¿ ganaste? - cuestionó ella.

- lo hice, me costó mucho, pero finalmente se pudo.

- Felicidades.

Una vez más, beso su mejilla.

- ¿ terminaste tu proyecto? - cuestionó ahora Sebastián.

- Lo hice, de hecho quiero salir y conocer un poco la ciudad.

- pues vamos, hoy tengo entrenamiento hasta la tarde.

- voy por mi mochila y vamos

Sebastián asintió, Julieta fue a la habitación que momentáneamente, compartía con Sebastián.

Tomó la mochila que nunca dejaba, ahí guardaba varias cosas que en su momento podía usar estando fuera de casa.

Cuando estuvo lista, salió de nuevo a la Sala de juegos. Sebastián ya estaba guardando sus controles con los que jugaba, también estaban listo.

Se sonrieron mutuamente, para después salir del apartamento. Ambos caminaron hasta el elevador y Sebastián, oprimio el botón que va al estacionamiento subterráneo del edificio.


- ¿ hay algo en especial que quieras hacer? - le preguntó el rodeando sus hombros.

- De hecho quiero teñir mi cabello de otro color - comentó con una sonrisa, de igual forma rodeó la cintura de Sebastián con sus brazos.

- Vamos entonces, después hacemos cualquier cosa.

Ella asintió, el elevador abrió sus puertas una vez más. Solo que no era en su destino, fue unos pisos más abajo.

Sebastián quería meter la cabeza en un agujero en ese momento

- ¡ Hola Sebastián! - exclamó aquella chica que acababa de entrar.

Julieta disimulo bien su cara de sorpresa y descontento, ¿ por que esa mujer le saludaria tan animada y con tanta confianza?.

- Irma, que tal - le saluda de vuelta el.

Entonces Julieta entendió, ella era la tal Irma. La mujer quizá uno o dos años mayor a ella, o quizá mayor a Sebastián, no estaba tan segura.

Vestía de forma formal, como una Ejecutiva. Lo confirmó cuando vio que en sus manos, llevaba un portafolios y papeles en sus manos.

- Vine a cerrar un trato de un apartamento que acaban de rentar, ya sabes, mi trabajo - comentó la chica divertida.

Su diversión se fue al suelo cuando vio a Julieta, de hecho aún abrazada a Sebastián.

Uno Más / Sebastián CórdovaWhere stories live. Discover now