Uno Más / Sebastián Córdova

17 - cuando piensas que te quiere.

Julieta se removió de entre las sabanas, hace nada había terminado de tener relaciones por segunda ocasión con Sebastián.

El futbolista se sentía más que feliz, a diferencia de la primera vez, esto había sido mucho más tranquilo.

Sabían que se deseaban el uno al otro, pero no había prisa con sentirse. Fueron lento, sin prisa alguna y con la mente puesta solamente en ellos.

A Sebastián le había costado alejarse de todo su equipo, escaparse de su técnico. Más sin embargo, lo habían logrado y ahí estaba en compañia de su chica.

— ¿ podemos quedarnos toda la noche o hay que irnos? — pregunto Julieta.

Se sentía cansada, agotada, pero aún tenía energías de querer pasar tiempo con Sebastián.

— Tu si, yo no por que siempre hacen revisión a las siete de la mañana — dice Sebastián suspirando.

— Lastima, me habria encantado pasar la noche contigo — hizo un puchero y Sebastián sonrió

— A mi igual, pero el deber me llama. Aunque puedo pedir permiso y pasar el día contigo mañana, si así quieres claro — propone el chico de pecas

— Me parece más que perfecto, ojalá puedas quedarte, seguro a mi mamá le alegrará verte — comenta Julieta con una sonrisa dejando ver sus perfectos dientes.

— ¿ quieres que vea a tu mamá? — cuestiona Sebastián

Julieta asintió, el corazón de Sebastián se aceleró. Se regaño a si mismo mentalmente, se decía que no fuera ridículo.

Se había emocionado por eso, aunque a decir verdad no había nada extraño con visitar a la madre de su mejor amigo.

La señora Sánchez siempre lo habia recibido muy bien, pero si era una novedad que Julieta lo invitara.

Todos sabían lo mal que se llevaban en la adolescencia, entonces si será extraño verlos llegar juntos.

— ¿ que tanto piensas? — pregunta Julieta y Sebastián se da cuenta, se había quedado viendo a un punto fijo.

— ¿ por que?, en nada — dice Sebastián aturdido

— Te estaba contando que mamá vio el partido, dijo que me contactará contigo y que te invitara a comer si podías mañana. Por eso es que se que ella estará feliz de verte — le cuenta de nuevo ella.

Sebastián forzó una sonrisa y asintió, pareciendo que estaba realmente normal, o así se sentía el.

Fue un tonto, se decía a si mismo. Ahí estaba la razón, su cerebro tenía razón, se emocionó por algo tan equis.

— pediré el permiso y te avisare si puedo estar con ustedes — contesta al fin Sebastián

— de acuerdo Sebas.

Julieta suspira, Sebastián no quiere, pero son las dos de la mañana y debe irse ya.

Deja un beso en la cabeza de julieta y se levanta con cuidado de la cama, la chica lo ve con desconcertó pero entonces, recuerda que el debe irse.

Julieta no era tonta, sabía que Sebastián se imagino otra cosa con la invitación a ver a su madre.

Pero ella había sido clara, no buscaba nada serio, no por ahora. Es por eso que le aclaro la situación, y aunque Sebastián trata de verse intacto, es claro que no lo está.

Julieta disfruta mucho el estar así, disfrutando de los placeres de la vida junto a Sebastián. Pero tiene muy en claro que por el momento, no busca una relación formal. No por ahora.