Uno Más / Sebastián Córdova

13 - Es una locura.

Sebastián se habia quedado atónito, ¿ hacer el amor?, ¿ como una despedida?.

Una risa amarga salió de la garganta del chico, al tiempo en que se ponía de pie. Se colocó detrás del sofá café en el que estaba sentado, sus manos re posaron en el mueble.

— Estas loca — dijo al fin.

— ¿ enserio te parece que lo estoy?, por que tus manos recorriendo mi cuerpo hace un tiempo decían lo contrario.

— Fue un impulso.

— Y besarme en mi habitación también, ¿ verdad?.

Sebastián permaneció callado, era verdad que habia sido un impulso, un impulso bien planeado.

— Mejor ve a casa, es noche y tu hermano debe estar preocupado. — habló Sebastián, claramente cambiando el tema.

— Linda esta enterada de mi salida, ella me prestó su coche.

— Espera, ¿ Linda sabe que éstas aquí? — cuestionó Sebastián un tanto aturdido.

— No genio, si le decía que venía aquí obvio no me dejaban. Dije que iría a una fiesta y que quedaría en casa de una amiga, es obvio que no iré a casa.

— Te preparare una habitación, se que veniste buscando una cosa, pero no se dará

Y Sebastián no mentía, el no quería pasar una simple noche y ya. No la tocaría, más que nada por que se sentiría sucio de volver a ver a su amigo a la cara.

¿ como si quiera iba a hacerlo?, el acostarse con su hermana y después irse, así sin más, como si fuera un cobarde. No, no lo haría.

Julieta se quedó incrédula, ¿ Sebastián en verdad ya no quería nada de ella?. La Julieta segura de si misma iba desapareciendo, se sintió rechazada.

Sebastián por su parte hizo lo que dijo, preparó una habitación para Julieta. Hacer lo que Julieta quería era una tontería, simplemente con ella no quería y no podia ser un imbécil.

— Si quieres dormir la habitación está lista, hay algo de cenar si tienes hambre — ofreció Sebastián.

— Gracias sebas, yo... Creo que mejor me voy no.. Nos vemos.

Julieta tomó su mochila y se puso de pie, claro que no iba a quedarse ahí. Ahora no entendía nada, más allá de sentirse rechazada se sentía como una estúpida

No se quedaria a causar más molestias a Sebastián, realmente por su mente pasaban las múltiples veces que sintió atracción física por Sebastián. Las múltiples veces en las que sintió a Sebastián estar atraído por ella, pero el que la hubiera prácticamente rechazado, aunque no quisiera la hacia dudar de todo el asunto.

No podía decirse que se lo imagino todo , pues Sebastián había sido claro siempre. Aquella noche en su habitación podía estar muy tomada, pero claro que recordaba todo lo que el le había dicho.

El como le dijo que le haría el amor, pero no así.

Julieta sacudió su cabeza y decidió no seguir pensando más en lo que sucedió, ahora era pasado.
Sebastián la observo y vio como a chica iba directo a la puerta de su apartamento, Julieta no tardo en abrirla.

No, no quería despedirse y perder la poca cordura que creía tener. Simplemente se dispuso a salir de ahí, pero no contaba con que la mano de Sebastián se enroscaria al rededor de su muñeca. Ese algo la hizo detenerse y llevar su vista al agarre, poco tiempo después a Sebastián.

— ¿ que haces? — cuestionó ella

— No te vayas — pidió el.

— ¿ que caso tiene quedarme, Sebas?.