2. Siempre me arrepentí de haberte abandonado

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OCTUBRE

Ocurre muy a menudo que lo que más anhelas es lo que no puedes poseer. Este deseo te retuerce y te voltea de revés, te cansa y te rompe el corazón.

Las clases pasaban una a una como todos los días, al igual que las semanas.

Jungkook y Taehyung compartían el mismo horario de clases a excepción de los talleres en el cual Taehyung tomaba el de arte y el de canto mientras que Jungkook estaba en el grupo de taekwondo y arquería.

Para la clase de literatura estudiaban Romeo y Julieta ¡que novedad!

— Joven Jeon ¿podría continuar con la lectura? — dijo la profesora acomodándose las gafas y sosteniendo el libro de Shakespeare.

Suspirando Jungkook se levantó pesadamente de su asiento casi volteando los ojos.

— Ojos, mirad por última vez. Brazos, dad vuestro último abrazo. Y labios, que sois puertas del aliento, sellad con un último beso inmaculado un pacto eterno con la ávida muerte, y así ...

Mientras Jungkook leía con voz potente estas líneas, todas las chicas del salón lo miraban con ojos de ilusión como si estuviera declamando esas palabras para ellas.

Taehyung no hizo mas que voltear los ojos, si bien Jungkook había amasado a un grupo de seguidoras se le hacía demasiado obvia la actitud de todas ellas hacia él.

¿Estoy celoso? Sabia que no tenía razones para sentirse así, además de que ni si quiera estaba seguro de quién era en realidad Jungkook. Había muchas interrogantes acerca de su nuevo compañero y por desgracia no tenía la respuesta de ninguna de ellas.
Sabía que no existe la pertenencia de personas, pero en esos momentos quiso que Jungkook fuera suyo y deseo que esos versos coquetearan con él. Lo comparo con la estrella más grande que existe y que de reemplazar el sol con ella llegaría hasta Saturno. Sí, Jungkook podría irradiar tanta luz y consumirse una galaxia entera. Quería que nadie lo mirara, era como ese secreto que guardas con recelo y que si se llega a compartir ya no sabe igual.

La campana sonó justo a tiempo para despertar de sus ensoñaciones a Taehyung y anunciar el receso. Este levanto sus cosas del pupitre y cuando paso junto a Jungkook este le agarro del brazo y le alcanzo a decir algo que Taehyung no supo interpretar.

— Romeo creía que amaba a Rosalinda hasta que vio a Julieta.

Taehyung se safo con fuerza del agarre de Jungkook y salió confundido del salón, se dirigió al patio, se acomodó sobre el pasto y se dispuso a comer un sándwich mientras miraba las nubes.

No tenía amigos, al menos así lo sentía, creía que lo más aterrador en este mundo es que nunca podrás saber las verdaderas intenciones de alguien contigo. Creía fielmente que nunca hay que rogar por amistad o amor. Si no recibes el mismo cariño y esfuerzo que das a una persona por una relación, es mejor no tener nada.
En parte era que en su infancia no había tenido una buena experiencia en parte era por desconfiado.

Sin embargo, tenía muchos compañeros con los que conversaba y se divertía como cualquier chico de 17 años, con algunos de ellos salía al cine, a pasear, por un helado, a algunos incluso los había llevado a comer a su casa cuando su mamá disponía de tiempo.
Había tenido algunas novias desde que tenía trece años, pero con ninguna de ellas duraba mucho.
¿Tenía necesidad de cariño además del de su madre? Sí, pero le asustaba que en el camino de conocer a alguien aprendiera que necesitaba de ese amor como el respirar y que nunca fuera capaz de conseguirlo.

Jungkook no había hecho amigos hasta el momento, era un alma solitaria que no gustaba de ser molestado. Nadie se le acercaba a no ser que los profesores les indicaran hacer equipo con él para algún trabajo, a lo cual las chicas del salón siempre estaban dispuestas.
Nadie se metía con Jungkook y él no se metía con nadie.

Las Estrellas De Tus OjosTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon