Capítulo 18. Mente confundida.

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— Has aprendido muy rápido Alicia

— Gracias a ti Ágata.

— ¿Cuándo terminas tu carrera, vas a titularte? ¿o vas a regresar a la manada?

Ciertamente titularme era lo que había deseado cuando empecé a estudiar enfermería, pero ahora...

— Tal vez regrese a Elpis, aún tenemos mucho que preparar para que el proyecto Luna azul se lleve a cabo.

— ¿Cómo vas con Alexander?

— B..bien.

~ Considerando que te sigues negando a darle una oportunidad... mal.

«Justamente el tema del que no quería hablar.»

— Eso no suena muy bien. Puedes confiar en mi ¿Qué pasa?

— ¿Crees que este bien si yo lo rechazo en cuanto esta alianza acabe?

— Es una decisión que solo tu y Aria pueden tomar. Te conozco desde que eras una cachorra, se bien que detestas a todo lo que proviene de las manadas, pero eso no significa que ignores lo que un rechazo puede provocar a un licántropo. Debes de considerarlo y que ambas entiendan los riesgos y lleguen a un acuerdo.

— Sí con respecto a eso... antes se creía que a cualquier licántropo que sufría el rechazo moría o si sobrevivía solo era la parte humana, y Eunice ha logrado demost...

~ ¡Alicia!

— amm...

— ... Y Eunice ha logrado ¿qué?

~ Piensa en algo.

- Es lo que intento...

— Eunice a demostrado que... sigue habiendo un gran maltrato hacia los omegas, tu bien sabes la postura que tiene acerca del proyecto Luna Azul.

- Por poco metes la pata. Recuerda que solo Teseo, Skaylet y nosotras conocemos el secreto de Eunice.

— Lo sé. Y me gustaría mucho que la convenzas para que participe en este proyecto. Tal vez con ella los omegas que tienen miedo a lo que pueda pasar se sientan más cómodos, Keira, Eunice y Teseo han sido los últimos en integrarse a Elpis, Keira es una niña, Teseo se ofreció a apoyarnos, sí Eunice también se integra tal vez los demás se sientan más cómodos.

— Ella regresa mañana, le diré.

No quería admitirlo, una de las razones por las cuales no puedo aceptar la unión con un beta es por lo que tuvieron que pasar. Es difícil olvidar las pijamadas que hice con Teseo, Adolfo me lo había advertido, no me importo, esperaba que sí yo, su amiga dormía con él las pesadillas desaparecerían, pero no paso, fui demasiado ingenua...

A mitad de la noche Teseo grito con fuerza, era un grito de miedo, no sabemos que soñaba solo podríamos imaginarlo por las palabras de súplica.

— ¡Mamá! ¡No me dejes! No lo volveré a hacer... lo limpiare bien esta vez... mami...

— Shhhh... Alicia ven, mi esposo se hará cargo.

Los señores Fiore no parecían sorprendidos, no sabia como actuar no esperaba que sus gritos fueran llenos de tanta tristeza. Él estaba en una posición fetal, apenas y podía ver su rostro. No quería irme pero no podía hacer nada. Teseo siempre se comportaba tranquilo incluso taciturno cuando había perdido a sus dos padres, de su padre ya lo había mencionado él se había ahorcado, pero escuchar como le pedía perdón a su mamá, él se culpaba.

No quise dejar de hacer pijamadas con Teseo, no quería abandonar a mi amigo, incluso fui a unas sesiones de terapia en Krima, también la aromaterapia como si de un jobbie mío se tratase, pero era para él.

Un  rechazo más para una omega cualquiera.Where stories live. Discover now