Capítulo 8. Una nueva Omega.

311 23 0
                                    

Se supone que la mayoría de los humanos terminan la preparatoria a la edad de 18 años y algunos ingresan a la Universidad, para los jóvenes de Elpis, es algo diferente, la tradición es esperar a cumplir los 19 años para pasar por nuestra primera transformación y controlar a nuestra bestia o al menos para que nos conozcamos y podamos llevarnos bien, de esta forma no causaremos problemas en el mundo humano.

Cuando un licántropo se transforma por primera vez en lobo, este toma el control, y corre libre por casi un día completo, los primeros dos meses son difíciles ya que suelen hacer rabietas para buscar a su mate. Por una extraña razón con Teseo no ocurrió esto. No tuvo ninguno de los arranques o "caprichitos" que un lobo joven solía tener.

Él fue de los primeros en transformarse de nuestra generación, y el que su lobo fuera dócil lo ayudo para que se le permitiera salir al mundo humano mucho antes.

— ¿Como esta la cachorra más inquieta de todo Elpis?

— No lo sé dímelo tu.

— Sé que esperabas que saliéramos al mundo humano al mismo tiempo y compartiéramos todo como cuando niños, pero quiero pasar un tiempo por mi cuenta.

— ¿Por qué?

— Quiero conocer más... por 12 años estuve en la completa ignorancia, cuando llegue aquí no dejaba de emocionarme por todo lo que aprendía, ¿sabes la libertad que sentí cuando por fin pude experimentar todo lo que antes se me prohibió?... no quiero detenerme en esto, quiero saber más, si es posible visitar algunos países de oriente, sus costumbres, la tecnología que tanto es alabada, la comida, los diferentes climas y paisajes donde poder correr...

No era necesario que me lo dijera, todos lo sabíamos con tan solo ver la manera en cómo miraba a los profesores que le hablaban de esos temas.

No podía evitarlo, me preocupaba.

— ¿Estás seguro?

— Muy seguro.

— ¿Cómo se ha sentido Skaylet?

— Parece más animado cuando le recuerdo a donde iremos. Creo ambos tenemos el anhelo de alejarnos de esta región... sabes, nunca me lo ha dicho... y lo he pensado por un largo rato... pero creo que cuando un licántropo es rechazado por su manada, lo sufre más el lobo que el mismo portador, aunque no lo haya vivido en tiempo real.

— ... no sé qué decir.

— No tienes que decir nada, solo con que me escuches es más que suficiente, mi hermosa traviesa.

— ¿Por cuánto tiempo te iras?

— Por algunos meses, tranquila, te prometo no descuidar mis estudios, no me esforcé tanto para alcanzar el nivel de conocimientos que ustedes tenían solo para perder un año viajando, entraremos al mismo tiempo.

— Te vere en el examen de ingreso?

— No creo, por lo que sé, es todo un mar de gente imposible que nos encontremos si no sabemos que edificio le toca a cada uno.

— ¿Entonces te vere hasta que sean las clases?

— Muy seguramente. Y para esas fechas espero conocer a tu loba y que ella no sea tan revoltosa como su portadora.

— Ya quiero conocerla, pero aún me faltan 3 meses para mi transformación.

— Por favor, evita causarle tantos problemas a mi padre cuando te conviertas en loba.

— No puedo prometer algo así.

— Esta bien, le tendré que decir que al menos lo intente.

— Vamos ya está atardeciendo y no quiero que tus padres malpiensen de mí por entregarte en la noche.

Un  rechazo más para una omega cualquiera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora