Capítulo 19

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TW: contenido sexual explícito


Era la última noche de James en la cabaña.

Linda no parecía del todo contenta con su partida, y no se tragaba el cuento de un viaje para cerrar una negociación de Barnes Inc. Steve permanecía en silencio, intentando aminorar la tensión que de pronto había crecido entre los hermanos. Esa noche, Wanda y Linda se encargan de la cena, mientras que Steve, Darcy y James permanecían en la sala viendo el canal de los deportes.

El blondo es quien deseaba volver a Los Ángeles con su mejor amigo. Necesitaba estar presente en los partidos de los Dodgers y gritar lo que tanto le frustraba de cada encuentro, pero su esposa estaba reacia a regresar. Ella había planeado este viaje y nada se los arruinaría. Cenan conejo al horno con salsa de membrillo y comparten copas de vino, jocosos de alcoholizarse un poco después de mucho tiempo.

—¿Recuerdas aquella vez que mamá te persiguió por toda la cabaña?

—Oh, cállate, Linda —James se soba el puente de la nariz, deslizando la lengua por entre los dientes con la intención de no reír.

—¡El cabrón tenía la escopeta de papá entre sus manos! —La castaña lo apunta con el índice.

—¡Tenía siete años! ¿Cómo mierda iba a saber que con eso mataban a los venados? —Se defiende el castaño.

Todos en la mesa dejan salir pequeñas risas, divertidos con los relatos de los Barnes. Darcy se encontraba sentada al lado de Wanda, y ambas se sonreían de manera sutil de vez en cuando, pues sabía lo que para la pelirroja significaba el no estar bebiendo vino con los demás. Internamente aún tenía la pequeña esperanza de dar vida a ese bebé, y no quería lastimarlo con el alcohol. Su mejor amiga siente el corazón nuevamente roto por ella.

La cena transcurre con las pláticas casuales, algunas risas y el servirse más bocados. Darcy compró esa tarde una tarta de chocolate con fresas en la parte superior. Se trataba del sabor favorito de James, según el dato proporcionado por su hermana. Y es ese pequeño momento en el que todos lo comienzan a partir, que los recuerdos vienen hacia el hombre.

Los múltiples cumpleaños que había pasado con su esposa, después sus hijos y su familia unidos. Todos involucraban justo ese sabor que tanto le hacía alucinar. Ahora caía en cuenta de que no lo había probado en cinco años enteros, por lo que fue lento el momento en que el tenedor otorgó a su paladar la dulce y empalagosa degustación que formó un inmediato nudo en su garganta.

Darcy parece contenta, sonriendo de oreja a oreja mientras embarra a sus amigas con betún. Es observada atentamente por el mayor de los hermanos, quien continuaba saboreando el chocolate con una lentitud admirable. Sus labios arrastran la crema entre los mismos, dejando que su lengua la acaricie y termine por deglutirla pausadamente.

Se siente agradecido.

Realmente agradecido.

Años habían transcurrido para obtener un momento de paz similar o igual a este, por lo que es el primero en ayudar a recoger la mesa, dejando que su hermana y Wanda vayan a descansar después de la gran labor que hicieron para servir algo tan delicioso para todos. Darcy permanece viendo televisión, y Steve también le ayuda a colocar todo en el lavaplatos. James sube a su habitación aún vestido con ese suéter negro de cuello alto y esos jeans del mismo tono. Las botas militares son abandonadas en la entrada, dejando sus pies descalzos al caminar hacia su cama, donde se deja caer de espaldas tras un resoplido agotado.

Piensa en quedarse dormido así. Estaba demasiado agotado después de la semana tan ajetreada que su hermana había planeado para todos. Empezaron yendo de compras y terminaron escalando muros. Se sorprendía de que Linda tuviera aún energía, puesto que todos apenas podían atrapar el aliento.

Babel [Bucky Barnes] EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora