"Búscame"

Sorpresa tras sorpresa

Un mensaje a mi teléfono llamó mi atención, Mina había escrito que hoy venía a casa junto a Hagakure, Tsuyu y alguien más, a quién dejó como sorpresa, según ella, una gran sorpresa. Me dediqué el resto del día a ordenar un poco, aunque, Camie era una maniática a veces del aseo y demás, entonces, no había mucho que hacer, quise cocinar la cena, pero ella ya tenía todo resuelto, ¿¡Me dejaría hacer algo!? Quizás se estaba preocupando demasiado por mí, o simplemente ya había cambiado su rutina para hacer todo ella mientras yo estaba en el hospital, ¿Quién sabe? Esta chica a veces era un poco rara. Me estiré en el sofá con una bolsita de mochis que quedaba, veía la televisión hasta que vi que la puerta se abría para dejar ver a la pelinaranja acompañada de la castaña, por sus caras, vi que venían algo incómodas.

-¡Bienvenidas! -las saludé- ¿Qué tal su día?

-Oh, estuvo bien, Himiko-chan -sonrió Camie- no hubo mucho que hacer en la agencia. 

-Pero te faltó tu excelente compañera para que sea un día más ameno -bromeé, pero ella esta vez no me siguió el juego. Miré a la castaña- y tú, Ochako, ¿Qué tal? 

-Vengo derrotada -suspiró con una sonrisa.

-Hiciste un gran trabajo, ven aquí -extendí mis brazos para que ella se acercara y estuviese conmigo en el sofá, algo temerosa y sonrojada se acercó, pero no le di opción  y tomé de su mano para hacer que cayera encima mío.

-¡Hi-Himiko! 

-Las veo algo incómodas -besé su nariz- ¿Qué ocurre? 

-Siento que si las miradas mataran, ¡Estaría muerta hace mucho! -soltó Camie con cierto lloriqueo.

-¡No es así, Camie-chan! -se excusó la castaña incorporándose de a poco- es solo que…no sé, me siento algo extraña…

-No tenemos nada y nunca lo tuvimos -solté de la nada, haciendo que Uraraka me miraba algo extrañada- eso querías saber, ¿No?

-Bu-bueno…-juntó sus dedos algo avergonzada- se ve que son muy cercanas, pensé que…todo este tiempo que mis recuerdos no estaban…ustedes…además, hacen linda pareja...

-¡Ni hablar! -habló Camie decidida mientras tomaba las manos de ella- ¡Jamás podría ser algo de esta loca!

-Oye, con cuidado, tonta -dije con un puchero.

-Himiko y yo somos buenas amigas, y siempre quise ser tu amiga también, cuando te trajo aquí las primeras veces, nos hicimos amigas y pensé que todavía me recordarías cuando recuperaras todo en tu mente, pero, al parecer se mezclaron o no sé, pero, parecieras no saber quién soy, Uraraka-san -Camie sonrió algo avergonzada al igual que Uraraka, solté una pequeña risa al verlas a ambas, me acomodé en el sofá para poder conservar con la castaña mientras Camie iba a cambiarse.

No sabía muy bien de donde empezar a explicarle a la castaña, pero, partí por lo que suponía que había pasado en estos 5 años, en donde me gradué de Shiketsu junto a Camie para ser heroínas profesionales, que trabajábamos en una agencia algo nueva y poco reconocida en el mundo de los héroes, porque en cuanto a los civiles, ya nos habían tomado mucho cariño. Le hablé de nuestros patrullajes, nuestras misiones, que manteníamos contacto con Mina, Hagakure, Jirou, Yaomomo y Tsuyu, entre otras cosas, había otras que, preferí no hablarle todavía, sería demasiada información, pero, pude notar que mientras hablaba, la cara de Uraraka se iluminaba cada vez más, y la veía concentrada como queriendo decir que ya recordaba todo, en cierto momento, me interrumpió para ir con Camie que se encontraba en la cocina, solo pude escuchar como le decía de forma animada y algo apenada que si la recordaba, de cuando se vieron por primera vez y su amistad, ahora podía unir los recuerdos del presente con los del pasado, ya no tendría una nebulosa de dudas y vacíos existenciales, de a poco podía ir completándola.