Otra vez...

1K 83 59
                                    

La castaña me miró con ternura antes de acomodar uno de mis mechones tras de mi oreja, quizás elegía sus palabras en su mente, solo me impacientaba cada vez más. 

-Si te dijera que recuerdo todo, te estaría mintiendo -soltó con algo de culpa- pero, lo que sí recordé, fue lo que yo considero lo más importante para mí.

-¿Y qué es? -pregunté ansiosa.

-Pues tú, Himiko -esta vez sonrió con una felicidad que no veía en su rostro desde que estábamos en la escuela- recuerdo en gran parte nuestra historia, tu ingreso al curso de héroes y como nos desarrollamos a lo largo de todo, todavía me debes un susto por haberte metido a mi habitación el primer día que llegaste.

-De todas las cosas, tenías que seguir recordando eso -solté una risa, la verdad no me lo esperaba, pero estaba totalmente satisfecha con todo- yo solo quería dormir contigo, cutie pie.

-Sí, y también querías comerme, ¿No es así? -me ruboricé de inmediato, esos pequeños detalles creía que habían quedado atrás- esta vez lo diré yo, cómeme, gatito. 

¿¡Qué estaba pasando, doctor!? ¡Esa era mi frase! Con un ligero puchero atrapé sus labios con ímpetu, atraje más nuestros cuerpos a pesar de tener aquella sonda todavía en mi brazo, que realmente estaba empezando a molestar. Sentí una risa por parte de ella entremedio de nuestro beso, pude sentir a través de la bata su mano sobre mi cintura, aplicaba una presión que solo me hacía acercarme más a ella, estábamos cometiendo un grave error en aquella sala de hospital, pero, ¡Era divertido! Seguramente sería una buena anécdota para contar después. Nuestro fogoso beso todavía seguía, a pesar de que nos faltaba el aire, no queríamos separarnos, pero unos golpes en la puerta, nos alertaron de que al parecer nuestro tiempo había terminado.

-¿Cara de ángel? -se escuchó al cenizo detrás de la puerta- es tiempo de irnos.

-¿Cara de ángel? -hice un puchero ante tal apodo- pensaba que era más desagradable contigo.

-Lo es, y me resulta ahora demasiado molesto -la castaña me abrazó aún más fuerte para no separarse de mí- ¿Cuánto tiempo más estarás aquí? Quiero llevarte a casa, Camie estará muy feliz de tenerte allá...y yo...yo también.

-Las enfermeras no me han mencionado nada sobre cuándo me darán el alta- jugueteé un poco con uno de sus castaños cabellos- estaré en observación un tiempo más por las heridas internas.

-Cuando llegamos al lugar donde era la misión de rescate -su semblante cambió a uno más preocupado- después de las cosas que me dijo Mina, los recuerdos llegaban a mí como bombas, sin descanso alguno, no sabes el dolor que sentí al recordar el lugar por tus cartas, lo mal que lo pasaste, como te sobre exigieron como si fueses algún animal en experimentación...No dudé en correr hacia ti cuando escuché tus gritos, esos que desgarraron mi corazón.

Me abrazó lo que consideré una de las últimas veces, no me dio tiempo a contestar, el cenizo algo tímido (algo muy raro en él) se apareció por la puerta para hacerle unas señas a la castaña de que ya debían irse, pero ella no tenía ningún interés en dejarme ir todavía, para su mala suerte, tuve que romper todo aquello con el pesar y dolor de mi corazón.

-Ochako, deberías irte ya, las visitas terminaron y esto solo fue una excepción -sonreí ante sus ojitos de cachorrito- ven a verme siempre que puedas, las chicas vienen seguido, podrías decirle a Camie, así estamos las tres un tiempo agradable.

-Pero, no quiero dejarte...

-El segundón se enfadará si no te vas con él ahora -aguanté un poco la risa al ver su odiosa cara roja solamente por la irritación.

-¡Que dejes de llamarme así, loca! -soltó de la nada pero vi como con miedo se cubría la boca, la castaña lo estaba mirando con cara de pocos amigos, la tensión era realmente fuerte.

"Búscame"Where stories live. Discover now