La trampa

1.1K 102 57
                                    

Después de visitar al cenizo, me dirigí a la agencia, teníamos doble turno esta vez junto a Camie, no podía dejarla sola, tuve suerte que, al llegar, nuestro supervisor no había llegado, así que, pude alistarme para esperar junto a la contraria nuestras órdenes.

No era mucho lo que teníamos que hacer, un par de rondas por el sector, no nos habían pedido ayuda desde otras agencias, por lo que, teníamos los días un poco más livianos. Dentro de toda nuestra caminata, íbamos hablando de cosas triviales, no me preguntó porqué no había llegado la noche anterior, pero sabía, que en algún momento lo haría, no se podía quedar sin el chisme.

-Así que, fuiste a ver a Bakugou -comentó al aire- es un milagro que salieras ilesa de ahí.

-Ha sido mi mejor hazaña, ¡Y ni siquiera son las 11 de la mañana! -comenté risueña- pero, pudimos hablar sin matarnos o golpearnos, es un gran logro.

-Uno muy grande -sonrió- ¿Hoy volverás a casa? Tengo que volver con mis padres por unos días, así que, si vas a alguna parte o algo, ten cuidado de cerrar bien y todo.

-No te preocupes, puedo ser dueña de casa también, no me es difícil transformarme -sonreí, pero eso último, solo hizo que recordara aquel frasco que tenía en mi closet guardado además de la propuesta que me había hecho Dabi, no le había dado una respuesta concreta, tenía que rechazarla lo antes posible.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando vimos a unos tipos salir de una tienda y una señora salir detrás de ellos, al parecer le habían robado el dinero, no tardamos en salir tras ellos, era algo sencillo, no nos tomó mucho tiempo quitarles el dinero y devolvérselo a la señora, que, generosamente nos dio como regalo, unas paletas de dulces, ¡Amaba a la gente así! Parecía una niña comiendo aquel dulce, no era primera vez que recibía un "premio" por ayudar a los demás, pero sin duda, estos eran los mejores.

Pasó nuestro día bastante rápido, luego de dar algunas vueltas por el sector, nuestro supervisor nos llamó de vuelta, tenía un banquete preparado para todos los trabajadores, así que, comimos como reyes, todo iba bastante bien. Cuando dio la hora de salir, fui a casa junto a Camie, la ayudé a ordenar sus cosas, estaría fuera por unos 4 días, aunque no me creyera, la extrañaría, no solíamos estar separadas por tanto tiempo, habíamos formado un vínculo bastante fuerte, por estos días no habrá ninguna ilusión que ella invente con su Glamour, siempre me sorprendía. Fui con ella hasta la estación del tren, su familia era de un sector rural y el viaje era largo, así que, iría en tren. Me despedí de ella con un abrazo sincero y una sonrisa, tenía que hacerle saber que todo estaría bien.

Al regresar, ya no quedaba tanta luz, anochecía y yo caminaba por las calles iluminadas por los faroles, no iba tranquila, ya que, hace unas cuadras antes de llegar al departamento, sentía la presencia de alguien, y no me extrañaba que fuese Dabi esperando mi respuesta, quise ignorarlo, no iba a hacer su trabajo de todas formas. Pasaron unos minutos y ese alguien me detuvo y me jaló a un callejón, para luego empujarme hacia la pared, hice una mueca de dolor por el golpe, luego pude enfocar mis ojos hacia mi atacante.

-Sabía que eras tú –comenté algo burlona mientras veía aquellos ojos azules impregnados de odio.

-Te estás tardando, psicópata –habló roncamente.

-¿Qué quieres que responda? No haré tu sucio trabajo, consíguete a otra.

-Olvidas lo que te dije, ¿No?

-¡Yo puedo protegerla de tu asqueroso Nomu! –grité, sin importarme que cualquiera que anduviese en las calles nos escuchara, pero eso solo lo hizo perder la paciencia, tomó de mi cuello y a los segundos sentí como todo quemaba- ¡Duele...!

"Búscame"Where stories live. Discover now