If I don't make it through the night

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El ruido de los empleados era ya lo más común para Jihoon, todos los días lo escuchaba y era algo que le agradaba pues le recordaba porque seguía en ese lugar, pero no lograba apaciguar ese dolor en su pecho.

—Disculpe.—Jihoon observó a Yeong en la puerta de su oficina.—tiene que firmar estos papeles.

—Déjalos en el escritorio, ahorita los firmo.—Yeong asintió mientras hacía lo que su jefe le pedía.—gracias.

Jihoon observó a Yeong mientras salía de su oficina, seguía siendo el mismo joven que metió en apuros alguna vez, cuando solo pensaba en sí mismo y olvidaba disfrutar los pequeños momentos.

Realmente muchas cosas eran las mismas, aunque todo parecía muy distinto faltaba alguien y era importante, cada día era una lucha por no soltarse llorando a cada rato cuando miraba su fotografía en su escritorio o tenía que caminar por aquellas calles donde había estado el. Si había algo que jamás podría superar ni olvidar era la perdida de Soonyoung.

Teniendo la fotografía de Soonyoung en sus manos Jihoon no pudo evitar sentirse solo, culparse de lo que había pasado y no haberle dicho cuanto lo amaba cuando debía.

—¿Quieres ir a comer?—Mingyu lo observaba.—¿Jihoon?

—¿Estará bien?—cuestiono Jihoon aún viendo la fotografía en sus manos.

—No lo se, pero sé que le gustaría verte feliz y más fuerte que nunca.—Mingyu se había acercado a su amigo para ver aquella fotografía.

Ambos miraban a un Soonyoung joven e inocente pues era la fotografía que se le pedía a todos los empleados al entrar a trabajar;si bien Jihoon podía tener muchas otras fotos aquella era su favorita simplemente porque fue aquel Soonyoung temeroso y con sueños quien lo enamoró al instante en que lo vió.

—Lo extraño.—susurro Mingyu alejándose del bajito.—Vayamos a comer o aquí mismo empezaremos a llorar.—ambos tenían una leve sonrisa en su rostro.

—Debo firmar esto primero.—Jihoon había dejado la fotografía en su lugar para revisar rápidamente los papeles y tomar algo con que firmar.—vamos.

Nadie habría podido pronosticar el resultado de aquella historia y tampoco todas las perdidas.

Un solo chico lo había cambiado todo.

Soonyoung siempre estaba presente para Jihoon, cada vez que salía con amigos en su risa estaba Soonyoung, todas las decisiones que tomaba de la empresa las hacía pensando en él, durante las caminatas a solas en la noche ahí estaba presente. En los peores días donde todo parecía ir mal el simple hecho de pensarlo lo cambiaba todo.

Todos seguían con sus vidas e incluso Jihoon, pero se negaba a olvidarse de Soonyoung para siempre y aunque lo intento no pudo solo dejar a Kwon Soonyoung guardado en algún rincón pues el siempre tendría su corazón y sería su amor a primera vista.

Mingyu hablaba sobre algo, pero Jihoon solo podía oírlo a lo lejos pues su mente una vez más estaba muy lejos de aquella oficina muchas veces al día el solo dejaba que sus pensamientos volaran hasta crearse una realidad donde aunque estaba Soonyoung con vida, aunque al final del día hacer aquello solo lo lastimaba a él pues todo era un escenario que se hacía en su mente.

—¿No has vuelto a ir al psicólogo?—Jihoon había regresado a su realidad.—prometiste ir.

—No he tenido tiempo.—mentira.

—Yeong me a dicho que estas semanas a salido antes de lo normal.—Mingyu mantenía fija su mirada en los botonees del elevador en movimiento.—¿por qué no quieres ir?

Esa era la verdadera pregunta, ¿por qué no quería hablar con nadie más sobre Soonyoung?

—Yo estoy yendo y me siento mucho más ligero, es como si hablarlo con alguien más me quitara mucho peso de encima.—dijo Mingyu orgulloso.—dijimos que iríamos juntos.

—No se si estoy listo para hablarlo con alguien ajeno a todo lo qué pasó.—el bajito había sido el primero en salir del elevador.

—¿No estás listo? Jihoon todo lo qué pasó fue traumante para todos, podemos estar de acuerdo que ambos queremos mucho a Kwon, pero.—Jihoon no quería escuchar lo que diría.—fue un asesino, te arrebató tu vida y no le importo mucho que yo me inculpara, es el villano en todo esto.

—¿Villano? Es un término muy cruel para a alguien a quien dices aún querer y extrañar, te crees mejor que cualquiera en este momento porque recuperaste parte de tu vida, pero fue gracias a ese chico al que ahora acusas.—el bajito no sabía de donde venía al furia.—deberías estar un poco más agradecido.—un gran suspiro salió de él.—ve a comer tú, se me fue el apetito.

—Jihoon.—Mingyu lo miraba alejarse.

El alto sabía que su amigo estaba aún sufriendo, pero aquella no era forma de reaccionar, estaba poniendo en un pedestal al chico que seguramente más daño le había hecho en toda su vida. Él ocupaba ayuda aunque no se diera cuenta aún porque con el simple hecho de estar tan deprimido aún por la pérdida de Soonyoung se estaba viniendo abajo cada día y temía perder a su mejor amigo.

Cualquier a podía pasarle a Jihoon estando de aquella forma, tan vulnerable y quebrado, pero no lograría sanar hasta que él mismo hiciera un esfuerzo aunque para él en ese momento hacer algo por sí mismo suponía un gran esfuerzo porque si, el Jihoon que todos miraban cada día era solo un reflejo de lo que un día fue, del Jihoon que era antes de la llegada de Soonyoung a su vida y temía jamás volviera ese Lee Jihoon que tenía conociendo durante años.

Eternos • SoonHoonWhere stories live. Discover now