Extra III: El trato del deja vu

999 78 3
                                    

EXTRA UBICADO ENTRE LOS CAPÍTULOS 16 Y 17

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

EXTRA UBICADO ENTRE LOS CAPÍTULOS 16 Y 17

Si Jude tuviera una moneda por cada vez que el humo de un cigarrillo ha quemado su garganta cada vez que respiraba cerca de ella, tendría las monedas suficientes como para comprar una taza de café diariamente por los próximos diez años.

Sabe que cuando el aire se vuelve espeso y una neblina de humo cubre su cabeza, como el preludio de una inevitable catástrofe, sus manos se vuelven puños y sus uñas se aprietan sobre sus palmas. Su mente puede irse en espiral por la interminables ideas que inundan su mente, y es como si cada cicatriz que se extendía a lo largo de su cuerpo volviera a abrirse e forma lenta y dolorosa,  casi como si pudiese sentir nuevamente la sangre escurrir por su piel.

Bom, bom, bom

Su corazón latía tan fuerte que su pecho duele, hace eco, y ella solo puede quedarse ahí sentada con los nervios a flor de piel, hiperconsciente de incluso el más pequeño movimiento de la encargada, abre y cierra los puños, se muerde el interior de la mejilla, y aquellos segundos silenciosos que se han sentido eternos parece que no terminarán nunca, quizá sea así, ya que él segundero del reloj colgado en la pared se había detenido por completo y aquella pequeña palomilla que revoloteaba cerca de la ventana se había quedado congelada, al igual que el tiempo.

—No luzcas tan tensa pequeña producto cero, después de todo lo que hemos pasado puedes tomar esto como una pequeña reunión amistosa —le dio una calada profunda a su cigarrillo antes de sonreír de lado y agregar —O como una reunión entre instrumento y operador... —.

El cinismo de su voz corroe dentro de la castaña, como un fuego ardiente que la va consumiendo por dentro con el riesgo de explotar. Aún así se fuerza a si misma a permanecer impasible, sabiendo que lo único que busca la encargada es provocar una reacción, puesto que así es ella, disfruta llevar a las personas a su punto de quiebre de una forma lenta y tortuosa, divirtiéndose al mirar como poco a poco caminan hacia su propio final.

Jude ha pasado por eso demasiadas veces, le gustaría admitir que ya no causa ningún efecto en ella, pero se equivoca, porque al parecer cada palabra que sale de aquellos labios afilados ha estado calibrada exclusivamente para lastimar, y no hay oración alguna que no te haga sentir como una pequeña hormiga debajo de una lupa: Expuesta, y bajo el abrazador sol de verano, completamente frita.

Así que reúne toda su fuerza de voluntad, da una larga respiración y se esconde detrás de una expresión dura —¿Qué es lo quieres? —escupió con aspereza y se humedeció los labios, apretando su agarre en la falda de su vestido. 

Por su parte, la risa burlona de la encargada no se hace esperar —Oh querida, hablemos un poco —pronunció con ligereza mientras se sentaba en el sillón frente a Jude, cruzando las piernas con gracia y extendiendo los brazos a lo largo del respaldo.

Jude arqueó una ceja —Absolutamente nada que salga de tu boca me interesa —bufó con un tono plano.

—Stefan debió enseñarte mejores modales —giró los ojos con cansancio —En fin, estás aquí ahora ¿no es así? apuesto a que lo que estoy por decirte te interesa —otra calada a su cigarrillo. 

𝐒 𝐓 𝐎 𝐑 𝐌 | The Umbrella AcademyWhere stories live. Discover now