S T O R M | ❝Deja de buscar los monstruos debajo de la cama. Ellos están en el espejo.❞
¿Qué pensarías si te digo que el fin del mundo será en diez días?
¿Tratarías de evitarlo?
Seguramente habrías hecho todo lo contrario a lo que yo hice.
Y es qu...
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２／３
23 Noviembre 1963, Dallas - Texas. 18:40 p.m.
Perturbador, total y completamente perturbador era la palabra más acertada que Jude podría usar para definir su situación actual.
Desde la mirada impasible e indiferente de Delta al realizar cada movimiento peligrosamente certero, tan fluidos como el agua que corría libremente por un río y tan rápidos y brutales como el relámpago de una tormenta.
Impactantes, definitivamente mortales.
El como parecía copiar con exactitud cada acción que ella daba, mejorándola y llevándola al límite de la perfección al ser cuidadosamente ejecutada, siendo analizada dándole a Delta la capacidad de predecir cada pequeño movimiento que ella estuviera por dar, dándole la oportunidad de adelantarse y recibirla con un nuevo ataque, aún más feroz que el anterior.
Lo viese por donde lo viese, era como luchar contra alguien que podía ver el futuro, que hurgaba dentro de su cabeza entendiendo a la perfección lo que haría a continuación, teniendo el tiempo suficiente de idear algún movimiento para evitar que Jude no pudiese ni siquiera respirar.
Era como pelear contra un espejo, y eso era sin duda, lo más perturbador de todo.
No solo por el hecho de que Delta se movía exactamente como ella lo hacía, sino que también lucía exactamente igual a ella. Las mismas facciones afiladas, el mismo cabello castaño ligeramente ondulado y esos ojos cafés que le causaban escalofríos, pues a pesar de ser prácticamente iguales a los suyos, estos no poseían ninguna clase de emoción, brillo o movimiento más que algún pestañeo ocasional y forzado.
A pesar de su penetrante mirada, dentro de sus ojos siendo contorneados por esas profundas y oscuras ojeras, no había nada más.
Como si estuviera vacío.
Definitivamente perturbador.
Ahora que había sido lanzada cruelmente contra una de las columnas, y viendo como Delta se acercaba a paso rápido hacia ella levantando uno de sus bastones para golpearla nuevamente, realmente deseó haber ido a las Vegas.
Tal vez ahora estaría en algún casino jugando a las cartas en lugar de estar peleando contra una copia suya mucho más fuerte y despiadada.
Sin embargo, el golpe nunca llegó. Pues Cinco se había teletransportado a su lado y golpeado a Delta en la cabeza logrando hacer que éste cayera al suelo un poco desorientado sacándolo momentáneamente de combate.
Ella miró a Delta tratando de recomponerse a un lado, y a un exaltado Cinco delante, con una ligera capa de sudor cubriendo su frente y una marcada mueca de disgusto en sus labios.
-Lo tenía todo bajo control -se quejó Jude mientras tosía y se ponía de pie.
-Oh, si. Lo note -respondió con sarcasmo número Cinco ajustando el saco de su uniforme.
