Tracé mi camino hasta ahí, en la que podía sentir su profunda mirada, que en cualquier momento él me volvería a provocar a hacer algo tonto como suelo terminar, pero traté de normalizarme.

Acabé de colocar mis prendas y dejo que la máquina haga su trabajo, espero que esté pronto para cambiarme, no es genial traer algo puesto que no es de tu propiedad.

Cuando salí, vi a Aidan en la cocina calentando agua, antes de que me vea, salgo lo más rápido posible. No era el hecho de que él sea mala compañía, solo que sigo sin superar lo recién, y quiero pensar con claridad.

— _______, ¿gustas tomar café? — justo lo dijo cuando iba a cruzar por la puerta.

Me giré a verlo, colocándome en aprietos.

— Gracias...— acepté finalmente sin rechazarlo.

Eso no lo tenía planeado.

Me senté frente a la mesa donde lo esperé, también vi que empezó a calentar comida. Así que fue inevitable sentirme más incómoda.

— Debes tener hambre — mencionó viéndome dudoso.

— No...n-no tan-to — negué y en verdad no quería porque tanto daño me ha hecho quitar el apetito.

— Come...— me pasó un plato de sopa de verduras, y él se sienta frente a mí colocando las tazas de café.

— Es que...realmente no tengo hambre...— rechacé alejando un poco el plato.

— Pero es vital...más ahora que....— pensó en decírmelo — Ahora que tienes anemia — concluyó con la misma lástima.

— Ya no importa....— lo miré con las pocas lágrimas en mis ojos — No quiero hablar de eso.

— Al menos come lo mínimo, si no quieres todo, no hay problema.

— Bien....— digo tomando torpemente la cuchara y comí lo que pude.

Creando un ambiente muy sólido y silencioso entre nosotros dos.

[•••]

Llegó el domingo por la noche, donde durante este fin de semana traté de recuperar esa poca estabilidad que me quedaba pero me era muy inútil, además me la paso en la habitación de limpieza encerrada en la que solo podía entenderme, suena extraño, pero...era mejor a que andar echando mi tristeza en la casa de los Gallagher.

Salí de la habitación de Trinity en la que raramente había tomado la decisión de dormir allí, pero seguía sin acostumbrarme, por lo que iba a tomar la misma rutina de pasar la noche en ese pequeño cuarto, además, creo que Aidan está durmiendo y no puede notarme para impedírmelo.

Cuando bajé, lo vi justo en la sala sentado encima de un tapete en el piso cerca de la mesa central, con una expresión perdida de si mismo.

Él y yo no hacemos más que cruzar miradas y cambiar pocas palabras en las que él me ofrece alimento en las comidas, y eso lo hace muy intenso para mí porque es como si fuéramos un par de desconocidos. Pero también había notado algo en él respecto a su comportamiento, y es que no era la única que estaba en sus malestares, sino que también él cargaba con ese mismo problema, he visto el estrés que sobrelleva y la cara decaída que ya acostumbro ver todos los días, incluso oír como se maldice sin que él lo note, puede que yo...esté tratando de borrar mi dolor, pero ahora es él quien toma el papel de alguien abatido.

Dejé de plantearme excusas para evitar su presencia, así que con lo que puedo, me acerco a él, solo para mantenerlo en compañía.

— Hola — hablé tímidamente quedando cerca.

— Oh...hola — devolvió desprevenido y me senté con él — Veo que...te sientes mejor.

— Un poco, pero...sigue sin superarse — digo con una mueca.

— Comprendo...— responde aburrido y se acomoda mejor para tenerme de frente y hago lo mismo — Como no te veía tanto, creí que...estabas muy mal.

— No...lo sigo todavía, pero...quiero aprender a aceptarlo — contesté insegura.

Nos quedamos callados, así que una vez más saqué otra pregunta para al menos obtener una conversación.

— ¿Cómo....me encontraste? — cuestioné tocando el tema del día viernes.

— Es que...Trinity me dijo que olvidaste tu cuaderno de dibujos, así que fui a tu casa... — tomó una pausa — Que de hecho...lamento si tuve una discusión con tu madre — se disculpó y negué de que no importaba — El caso es que fue así como me enteré que ella...te echó.

Me mantengo en silencio recordando aquel día, todo fue han rápido que ni me acordaba de la libreta, habían muchas cosas que me tomaron por sorpresa de repente.

— Por cierto...— habló en voz baja — Vi tus dibujos...— confesó mientras tomaba el cuaderno del sofá cerca de nosotros.

Al mencionarlo no pude evitar alterarme internamente ya que ahí tenía un dibujo sobre él y me temía que lo haya visto o puede que si.

— Lamento si...dejé que se mojara — me lo entregó viéndome temeroso.

— Me imagino que...cuando se lo quisiste dar a ella lo votó...— acerté en lo dicho, con un ardor provocante.

— No debí, solo arruiné tus trabajos.

— No te preocupes — dejé la libreta en la mesa  — Puedo hacer más en adelante, por lo que veo....unas hojas no se perdieron.

— Así es...— dijo alargando y se relamió los labios — Yo...vi el retrato que hiciste de mí...— soltó nervioso.

Sadness ➵ Aidan Gallagher.✔जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें