Ángel del Destino 4

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(N/A: Necesitas haber leído mi fic Ángel del Destino 3 para entender este fanfic).

A la mañana siguiente, Kohaku se despertó primero y bajó a la sala después de alistarse, sorprendiéndose al ver a Senku en su sofá.

El ángel Tront decidió despertarlo y Senku gruñó de inmediato, sentándose con lentitud mientras sujetaba su cabeza.

—¿Senku? —Kohaku lo miró boquiabierta—. ¿Qué haces en mi casa?

Por alguna razón, esas preguntas hicieron a Senku congelarse en su sitio unos buenos veinte segundos, mirando fijamente a Kohaku.

—¿Qué no recuerdas nada? —preguntó en un susurro.

—¿Recordar qué? Oh, espera. —Cruzó los brazos, mirando al techo con gesto pensativo—. Ayer fuiste a recogerme en tu auto a la escuela de manejo, dejamos a Suika en su casa y luego... ¿empezó a llover?

Senku tardó un poco en responder.

—Básicamente, sí. —Suspiró—. No tenía pensado quedarme, pero nos emborrachamos y hubo una gran tormenta, así que no tuve opción.

—¿Y por qué no usaste el cuarto de invitados? Tengo uno en el segundo piso.

—Goteras —contestó amargamente, apartando la mirada.

—Vaya, sí que tienes mala suerte. —Kohaku rio con nerviosismo.

—No tienes idea...

Kohaku le ofreció un café y Senku le pidió primero un vaso de agua con limón para la resaca, a lo que ella le dijo que se lo traería de inmediato y se fue fuera de la sala. Al quedarse solo, Senku bajó la cabeza y enterró el rostro en sus manos, gruñendo algo inentendible pero que sonó muy parecido a "mierda".

Después de que la resaca de Senku disminuyera un poco, desayunaron juntos café y los ángeles escucharon como él le explicaba a Kohaku todo lo que sucedió la noche anterior, sin omitir nada... excepto por el beso que le dio.

—¿Entonces me fui a la cama cuando tú estabas allí y vomité al lado de ti? —Lo miró con la boca abierta—. Ja, tú y yo tenemos una muy mala suerte. —Rio avergonzada, pero divertida—. Gracias por limpiar mi habitación, y disculpa por haberte hecho dormir en el sofá.

—Descuida, no fue tan incómodo. —Sorbió lo último de su café—. Debería irme ahora, necesito devolver mi auto a mi taller.

—Oh, muy bien. —Ella desvió la mirada por un momento—. Gracias por todo. Eh... Si decido comprar uno igual, ¿me acompañarías a elegirlo? —Lo miró con ojos brillantes.

Senku se quedó en silencio y el ángel Tront se le acercó con pánico, usando el susurro angelical para convencerlo de decir que sí.

—Claro. —Luego de un rato de dudar, Senku accedió y los ángeles suspiraron con alivio.

El resto del día Senku estuvo distraído y pensativo incluso mientras trabajaba, y Tront no pudo dejar de observarlo con la boca abierta, sin poder creerlo.

—¿Qué es esto? ¿Un comportamiento normal de alguien con sentimientos? —Se llevó una mano al pecho con preocupación—. E-esto es tan raro... ¿O serán ideas mías? ¡AGH! ¡Ya no estoy seguro de nada!

Si esta fuera otra persona, habría creído que estaba bien encaminado, que estaba comenzando el proceso de enamoramiento, ¡pero este era Senku! No tenía ni idea de cómo funcionaba su cerebro de genio, no sabía qué era una buena señal ni cómo interpretar un comportamiento anormal.

One-shots SenHakuWhere stories live. Discover now