Rompimiento

1.8K 200 61
                                    

Kohaku miraba sumamente molesta a su ahora ex novio, Mozu.

—Entonces, me estás diciendo… que me invitaste hasta aquí, me llevaste al mejor restaurante de la ciudad y me dejaste vaciarte la billetera en las comidas que yo quisiera… para luego solo… romper conmigo… —susurró peligrosamente bajo la chica.

El idiota encogió los hombros.

—Sé que estabas esperando matrimonio, preciosa… y yo te lo hubiera propuesto, pero solo… no estoy listo para casarme —dijo en un asquerosamente falso tono de disculpa.

Ella le lanzó una mirada asesina.

—¡Ja! ¿Y supongo que esto no tiene nada que ver con que no estás dispuesto a esperar a una mujer que no quiere sexo antes del matrimonio, no? —escupió venenosamente.

Al menos el imbécil tuvo la decencia de fingir parecer avergonzado.

—Lo siento, preciosa, en verdad lo lamento. Eres una chica hermosa y con un gran cuerpo y todo eso… pero yo no me quiero casar aún.

—¡Lo sabía! ¡Eres como todos! ¡Dijiste que esperarías! ¡Prometiste…!...

—¡Sé lo que prometí! —Finalmente rompió su eterna compostura, solo por un segundo–. Pero la gente cambia de opinión… y las cosas entre nosotros ya no son como antes. Además con tantas chicas hermosas dispuestas a mucho más por un hombre como yo debes admitir que sales perdiendo imponiéndome tantas reglas aburridas.

Kohaku sintió la rabia recorrerla.

¡Casi un año juntos… y no había hecho más que perder el tiempo con él!

—¿Sabes qué? ¡Haz lo que quieras! No me interesa. ¡Puedo conseguirme a alguien mejor que tú cuando yo quiera! —Ni supo porque dijo eso, solo le nació decirlo.

Ese comentario pareció no agradarle al imbécil.

—Quiero verte intentarlo —masculló cruelmente, riendo–. Pocos son los hombres que estarían dispuestos a aguantarte, y ninguno será mejor que yo… —Se levantó de su silla con una sonrisa arrogante–. Y además, ni siquiera besas tan bien —se burló.

Toda su familia y amigos le habían advertido de la verdadera naturaleza descorazonada y promiscua de ese idiota que tanto le insistió por aceptarlo, ella se cansó de rechazarlo y decidió darle una oportunidad después de poner reglas a su relación, creyendo que si estaba dispuesto a pelear tanto por ella entonces sería fiel y comprensivo, pero ahora se daba cuenta de su error al verlo ahí, diciéndole palabras tan despiadadas.

—¡Ja! ¿Eso crees, bastardo? —Estaba a un pelo de golpearlo, pero se le ocurrió una idea mejor–. Pues te demostraré que te equivocas. —Sonrió arrogantemente levantándose de su silla y mirando alrededor.

El bastardo engreído levantó una ceja.

—¿Cómo piensas hacerlo? ¿Vas a besarme otra vez? Si quieres hacerme cambiar de opinión entonces tendrás que abrir las…

—¡No quiero volver a besar tu sucia boca! —lo interrumpió con una mueca de desagrado–. Solo observa, bastardo repugnante.

Finalmente, localizó una víctima perfecta.

Estatura mediana, unos diez centímetros más alto que ella, piel ligeramente tostada, bastante flaco pero con una postura llena de confianza en sí mismo y rasgos tan atractivos que podría comenzar a babear si lo miraba mucho tiempo, tenía un llamativo cabello blanco-verdoso y cautivadores ojos escarlata. Era mucho más guapo que el idiota que antes solía llamar novio.

One-shots SenHakuWhere stories live. Discover now