A su lado

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Cuando Kohaku salía de la cueva donde Tsukasa entraría en su sueño helado, miró hacia atrás, hacia Senku, sin esperar que él siquiera la notara.

Pero él lo hizo. Él volteó a verla por solo un segundo, con una mirada que de alguna forma ella entendió a la perfección. Le hizo una petición silenciosa que ella supo interpretar tan bien como si la hubiera dicho en voz alta.

Fue por eso que se quedó cerca de las cascadas, sentada en el risco mientras veía el sol ponerse, sumida en sus pensamientos.

En el segundo en el que el sol se ocultó, ella se puso en marcha de inmediato.

Volvió a la cueva, encontrando a Senku sentado junto a Tsukasa, con sus dedos en su cuello, como si aún tuviera esperanzas de sentir un pulso que ya había desaparecido.

Kohaku esperó a que él apartara su mano y volteara a verla, cosa que hizo luego de unos momentos.

Sus ojos rojos la recibieron completamente secos, sin rastros de que alguna lágrima hubiera surgido de ellos. Pero aún así la enorme cantidad de sentimientos de aflicción que brillaban en ellos delataba por completo el estado emocional de su dueño.

Kohaku no dijo nada, simplemente se sentó a su lado, observando a Tsukasa con tristeza y sobre todo respeto y admiración.

A pesar de todos los problemas que habían tenido por su causa, Kohaku ahora lo consideraba un aliado y alguien con quien podía empatizar. Estaba segura de que, si tan solo hubieran tenido el tiempo de darse una oportunidad, él podría ser un amigo e incluso un maestro para ella. Y sabía que él ya era considerado un amigo para Senku.

De reojo, pudo notar el puño de Senku temblando en su pierna, apretando fuertemente la tela de su ropa. Aunque él seguía con la misma expresión, su cuerpo empezó a delatarlo aunque sea en una minúscula muestra de frustración y angustia.

Kohaku sintió el impulso de abrazarlo, pero se contuvo. Probablemente ella necesitaba ese abrazo más que él, por lo mucho que le dolía saber que esto lo estaba afectando tanto. Y esto no se trataba de ella. Hacerlo sentir incómodo con algo así no ayudaría en nada.

Aún así, no pudo evitar estirar su mano lentamente hacia la suya, hasta que posó con suavidad sus dedos sobre sus nudillos ásperos y temblorosos.

Él se tensó de inmediato, pero no volteó a verla.

Kohaku se atrevió a extender sus dedos sobre el dorso de su mano, siempre con lentitud, siempre lista para apartarse en el momento en el que él le diera alguna señal de disgusto. Pero fue todo lo contrario. Poco a poco, sintió como él se relajaba bajo el toque de sus dedos, hasta que su mano estuvo por completo sobre la suya, apenas tocándolo, pero con firmeza.

Y Senku finalmente se calmó, relajando su postura y deshaciendo el puño en su ropa.

Kohaku mantuvo su mano sobre la suya solo otro par de segundos, para después apartarse y ponerse de pie.

Sintió su mirada sobre ella, y entonces lo escuchó reír, una risa muy pequeña y breve, casi dolorosa.

—Ya es hora.

Kohaku levantó a Tsukasa con todo el respeto del mundo, sujetándolo por debajo de un hombro con extremo cuidado. Senku lo sujetó del otro lado, y ambos avanzaron hacia el que sería el lecho de su sueño frío.

Lo observaron en silencio un momento antes de que él le lanzará otra mirada que de algún modo ella volvió a entender sin necesidad de que dijera nada.

Sonrió suavemente, abandonando la cueva y yendo en busca de Mirai.

Cuando regresó en compañía de la niña, Senku le sonrió con una dulzura muy extraña de ver en él, provocando que ella pudiera sonreír aún con lágrimas en sus inocentes ojos marrones.

Mirai se despidió de su hermano con un llanto desgarrador, pero aún así no fue una despedida del todo. Ella confiaba en que volvería, en que Senku lograría traerlo de regreso tal como había asegurado.

Kohaku la consoló con una sonrisa, viéndose a sí misma en esa pequeña.

Y tal como Senku salvó a su hermana mayor, salvaría al hermano mayor de Mirai. No tenía ninguna duda en su mente de que lo haría.

Por eso no se sorprendió cuando Senku de inmediato quiso ponerse manos a la obra y volver a trabajar rápidamente para lograr su nuevo objetivo.

Y Kohaku siempre estaría allí para él, confiando en él y en la ciencia, sin importar lo que pudiera pasar.

Sería un camino largo y difícil, pero ella seguiría teniendo fe. Y seguiría estando a su lado siempre que la necesitara.

Fin.

Holaaaa :D

Pequeño fic en conmemoración del final de la segunda temporada porque me dejo bien sad x'D

Ojalá les haya gustado, es como un pequeño headcanon que tengo x'P

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaa!

One-shots SenHakuWhere stories live. Discover now