VOLDEMORT

911 63 4
                                    

— ¡Para! —me grita Draco desde atrás.

Pero no voy a parar, cada vez estoy más cerca de Hogwarts y lo que veo y escucho me horroriza: un montón de gente usando espadas y luchando, mientras lanzan gritos de victoria o derrota.

Ahora entiendo por qué las clases de Esgrima.

Corro y por fin alcanzo el jardín. Veo a Ginny con una espada y me quedo asombrada de lo bien que la blande. A su lado está Ron, luchando contra un hombre que también va encapuchado y con máscara.

¿Qué demonios está pasando?

Me acerco a Hermione, que es la única que no veo luchando puesto que la defiende Viktor.

— ¿Qué está pasando, Hermione? —le pregunto.

Ella parece estar en un estado de shock, porque lo que me dice es anormal para ella, que siempre usa un vocabulario suelto y elocuente.

— M-morrrrt-ii-fagos... Vol-voldemmm-ort —dice antes de echarse a llorar a mis hombros. La abrazo con fuerza y la atraigo hacia mí. Intento protegerla, pero sé que con un abrazo no basta.

— Hermione, tenemos que luchar —le digo. Veo una espada en el suelo con una chica de Beauxbatons al lado. Por la sangre, supongo que está muerta.

Cojo la espada y me pongo espalda contra espalda con Hermione. Uso los ojos para buscar otra espada, pero me encuentro con la mirada de Draco.

Éste se va a enterar.

Me acerco a él y le pego un puñetazo. Sé que los que están haciendo esto son sus amigos, porque va igual que ellos.

Cuando Draco se pone en pie, se sujeta la nariz, que le sangra. Se acerca a mí, pero yo doy un paso atrás.

— Me das asco —digo antes de coger su espada, que tiene atada a la cintura.

Vuelvo con Hermione y le entrego la espada de Draco. Ella tiembla al principio, pero cuando se nos acerca un mortífago, la levanta con fuerza y la pone delante de ella, con los brazos estirados.

Con un movimiento con clase, el mortífago cae al suelo. Muerto. Al caer deja ver la figura de Draco, que sostiene una espada. Antes de marcharse, me mira, y en sus ojos noto tristeza. Pero me tengo que mantener fuerte.

Otro mortífago viene hacia mí, furioso, y no sé cómo, le clavo la espada en la barriga. En su espalda veo que la punta de mi espada se asoma, con gracia.

Y en un instante, silencio. Las puertas de Hogwarts se abren para dejar paso a una figura vestida con una túnica negra. Es calvo, con dos rendijas en forma de nariz, con los ojos rojos y muy, pero que muy feo. A su lado hay una serpiente, que da miedo. Entre el silencio, se puede escuchar cómo el reptil sisea.

— Voldemort —susurra Hermione a mi lado. Y todos los nervios se me ponen de punta.

Hermione me coge las manos, y yo se las aprieto, firmemente. Detrás de nosotras se escucha una voz que nos suena claramente familiar.

— Tú —gruñe Dumbledore.

Todo el mundo se gira para mirarlo. Dumbledore, por primera vez, no parece enfadado, sino furioso.

— ¿Eres el causante de ésta catástrofe? —grita Dumbledore, con rabia.

Voldemort ríe.

— ¿Cómo has conseguido entrar? —pregunta Dumbledore, acercándose a Voldemort.

— No voy a delatar a mi amigo —responde tranquilamente Voldemort mientras acaricia a su serpiente—. Pero te daré una pista: pasadizos secretos. Alguien se ha encargado de decirme cuáles son.

No me hace falta saber más para adivinar que ha sido Draco. Él ha vivido aquí durante cuatro años, él ha estado fisgoneando por aquí a sus anchas. Y por eso se marchó la otra noche, para contarle todo a su querido Voldemort. Seguro que le ha contado hasta el más mínimo detalle de Hogwarts.

Aprieto los puños y busco a Draco con la mirada, pero no lo encuentro. El muy cobarde se ha escapado.

— ¿Y a qué has venido, si se puede saber? —le pregunta Dumbledore a Voldemort mientras desenvaina su espada.

— ¿No es obvio? ¡Para matarte! —grita con furia Voldemort—. Aunque hoy es sólo un aviso, y todas estas muertes sólo van a servir para que te quede claro que ni tú ni tus alumnos estáis seguros. Un día de estos vendré y os mataré a todos. Ya nos veremos —dice mientras se da la vuelta ondeando su capa en el aire.

— Cobarde —susurra Hermione detrás de mí —. Sabe que tiene las de perder porque más de la mitad de los mortífagos presentes están muertos.

Espero que Draco no lo esté.

Malfoy & MeWhere stories live. Discover now