Alastor Moody

1.1K 61 3
                                    

Estar sin Draco, perdón por la expresión, es una mierda. Echo de menos el trio de malotes. Echo de menos a Draco en clase. Lo echo de menos, simplemente.

Además, tener como niñera a Crabbe no es nada bonito. Siempre que puede le pega a alguien solo por mirarme. Un día quería pegarle a Hermione porque ésta me llamaba para ir a la biblioteca. Pero miré de malas formas a Crabbe y le grité que se marchara. Me dejó en paz por un par de días.

Ahora estoy en la mesa de Gryffindor porque no soporto que Crabbe me quite los guisantes de la comida y me los aplaste para hacerlos papilla.

— Para que no te atragantes —dice con una sonrisa irritante.

Al menos, en Gryffindor, no me controlan tanto, aunque tenga que aguantar la presencia de Ron. Ahora nos llaman La Parejita No Tan Feliz.

Pansy también está aquí a mi lado. Empezamos a hablar cuando Hermione nos manda a callar, porque dice que tiene algo muy importante que comentarnos sobre lo que se habla en los pasillos.

— Dicen que van a ponernos clase de Esgrima —suelta.

Pongo las cejas en arco. Ya me imagino a Crabbe rodeándome con los brazos para que nadie se me acerque. Dios, ¡no me va a dejar tranquila nunca!

— ¿Para cuándo eso? —pregunta Harry.

— No lo sé, es lo que se com...

Pero Dumbledore la interrumpe.

— Vaya, vaya, ¡buen provecho! —nos dice, pues hay algunos que se estaban llevando el tenedor a la boca para seguir comiendo, y con una sonrisa, sigue — Como veo que se ha infiltrado información, os lo diré de una vez por todas: sí, vamos a dar clases de Esgrima.

Todo el mundo empieza a susurrar. Hay algunos, como Pansy y yo, que no lo sabíamos.

Miro rápidamente a Crabbe, quien me está mirando ceñudo y frotándose las manos. Seguro que está planeando un plan de defensa en la clase de Esgrima.

— Las clases —continúa Dumbledore—, contarán con la mayor protección. El traje, la espadas de madera... No os preocupéis por eso. La protección y la seguridad está garantizada. Pero la demás información os la dará el profesor de Esgrima. Por favor, Moody, en adelante. Pase.

Las puertas del gran comedor se abren de repente y por ellas entra un señor de cara desfigurada. Tiene un parche negro que le da un toque muy películas de Tim Burton.

Me pone los pelos de gallina cuando me mira, pero sigue adelante.

Cuando llega junto al director, se dicen algo en voz baja que no logro escuchar, pero cuando Moody se da la vuelta, empieza a hablar con una voz tan intimidante, que alguno que otro de primer curso se esconde detrás de otro compañero.

— Yo doy Alastor Moody, vuestro nuevo profesor de Esgrima. Estas clases se darán VOLUNTARIAMENTE —dice remarcando la última palabra— todas las tardes. Estaré a vuestra disposición, para quien quiera venir, en el aula de Traducción de Lenguas, que es la más grande y la que nos ha prestado McGonagall. La primera clase empieza esta tarde, y si queréis más información, tendréis que venir. Y recordad: ¡Alerta permanente!

Nadie dice nada mientras Alastor Moody se marcha por donde ha venido. Así que terminamos de comer, impacientes, por hacer muestra nueva clase.

A Harry y a Ron les hace mucha ilusión. A Hermione le gusta porque es una clase con estilo. A Pansy y a mí nos gusta porque es una clase para distraernos.

Cuando me levanto para irme, alguien me coje del brazo. Aguardo la esperanza de que sea él, pero es Crabbe. Seguro que viene a decirme que ni loca vaya a esa clase.

— Tienes que ir a Esgrima —me ordena con una voz serena. Yo me quedo petrificada.

— ¿Por qué? ¿No deberías protegerme? Es demasiado peligroso.

— Hazme caso. Ves.

Asiento y me cojo al brazo de Pansy. Juntas nos vamos a la clase de Traducción, donde nos espera el nuevo profesor Moody. Aunque no está solo. A su lado hay un hombre rubio muy guapo. Pansy y yo nos miramos y entramos en la clase, sonriendo.

Malfoy & MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora