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"¿A qué hora llegarás?"

Dejó el último plato con comida en el piso y se reincorporó.

"Lo más probable es que esté en casa para la comida."

"Eso es genial."

Se recargó en la isla de la cocina, sonriendo.

"Ya quiero verte, Hannie."

"Me fui solo tres días."

"Los tres días más largos de mi vida."

Cerró los ojos recordando todas las cosas que habían ocurrido.

"Además, ya estoy mucho mejor así que debes anticipar la bienvenida que tendrás."

"Minho."

Rio levemente al escuchar, el contrario podía imaginar su rostro sonrojado y sus labios entre abiertos.

"Luces hermoso."

Abrió los ojos y dejó que un suspiro saliera de sus labios. Miró a los gatos en silencio.

"Ni siquiera puedes verme."

No era necesario hacerlo, podía saber que estaba haciendo un puchero por la forma en la que las palabras eran alargadas en la última sílaba.

"No necesito verte para saber que eres hermoso."

"Ohhh. Nana no deja de molestarme con eso."

El mayor podía escuchar todos los movimientos contrarios, incluyendo sus gruñidos al intentar cerrar con una sola mano lo que creía era su maleta.

"Hazlo con ambas, amor."

"Si, cierto."

La voz de Han se alejó y el sonido del cierre inundó su tímpano.

"Listo."

Dijo mirando la maleta sobre la cama, pero sin tomar el celular.

"Jisung, cariño."

Su madre entró a la habitación, y él la miró curioso.

"Tu padre dijo que podemos dejar en casa, no debes ir solo."

Sus ojos se abrieron levemente, eso no era una buena señal.

"Pensé que llevarían a mi tía y a Hyeri."

Miró su celular sobre la cama, esperando que su mayor estuviera escuchando todo y no terminara la llamada.

"Bueno, estaba hablando con tu tía le pareció una gran idea presentar a Hyeri y a Minho."

Su madre golpeó su hombro de forma coqueta.

"Podemos comer en tu departamento hoy, ¿Cierto?"

Comenzaba a entrar en pánico, por lo que rascó su nuca y comenzó a jugar con el lóbulo de su oreja.

"Debo preguntarle a Minho, no quiero incomodarlo."

"Llámalo entonces. Te espero."

La sonrisa de su madre lo hizo sentir presionado.

"Si, claro."

Sonrió con incomodidad, tomó su celular y fingió marcar el número de Minho.

"Minho."

Dijo nervioso.

"Al fin te escucho, pensé que te habías ido."

Rio, y Han fingió hacerlo.

"Te llamo para preguntar algo."

"¿Me llamas? Pero estamos hablando hace casi una hora."

"Si, estoy con mamá."

Hannie!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora