Noches de Agrabah [Akaza x Rengoku]

Noche XV: Insurgencia

Muchas gracias por cada palabra y emoción dedicada a mi historia, en verdad no se imaginan cuan feliz me hacen 🥺💕

Noche XV

Los viajeros se retiraron sumamente agradecidos de la casa del sabio Ubuyashiki y luego emprendieron camino de regreso a las cuevas de los 40 ladrones.

Arribaron de noche a la morada secreta de Sabito. Los príncipes Rengoku y sus aliados comenzaron a poner en marcha sus siguientes movimientos.

Kyojuro de inmediato escribió cartas a sus aliados ocultos en el oasis de Yoriichi, mientras que el Rey Soyama redactó un informe a Urokodaki y a Tamayo, agregando los saludos de Sabito, Makomo y Giyuu que enviaban a su querido maestro. Cuando los mensajes estuvieron listos, dos halcones mensajeros emprendieron vuelo hacia sus respectivos destinos.

Esa misma noche, Shinjuro logró despertar, aliviando un poco la pena que abrumaba a los corazones de sus hijos ante la incertidumbre de saber si su padre viviría. De inmediato sus hijos corrieron a su lado, momentos después Kyojuro y Senjuro explicaron a su padre qué había sucedido, incluido el inverosímil relato sobre la lámpara de las maravillas.

El padre permaneció en silencio, callado, mirando todo el tiempo al suelo. Aunque había logrado sobrevivir su piel estaba más pálida que nunca y su rostro se hallaba demacrado, además había perdido mucha masa muscular. Shinjuro emitió su juicio sobre toda aquella situación.

— Muzan ha llegado tan lejos a causa de mi irresponsabilidad, ingenuidad y estupidez. Hijos míos, siento que tengan que cargar con un padre que podría ser catalogado como el peor sultán en la historia de Agrabah.

— ¡Padre! — sus dos vástagos corrieron a abrazar a su débil progenitor.

Los Rengoku permanecieron en aquella postura durante largos minutos. Shinjuro comenzó a llorar y no pudo detenerse. Desde que Senjuro nació no recordaba un acto de cariño así entre los tres.

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Durante los siguientes días planeación y estrategia fueron perfeccionadas en las cuevas de los 40 ladrones mientras los Rengoku esperaban la respuesta de sus otros aliados. Estas llegaron pronto y fueron positivas en gran medida. El punto de encuentro para la insurgencia contra Muzan: los suburbios de Agrabah.

Finalmente llegó el momento de partir y todos prepararon sus sacos de viaje, nerviosos y excitados por la batalla venidera. Mientras que las cuevas eran una marea de personas yendo y viniendo para cargar a los camellos, Akaza aprovechó esa oportunidad para interceptar a su interés amoroso quien entrenaba en una cueva, aprovechando que sus heridas estaban casi curadas por completo.

Kyojuro no notó la presencia de su pretendiente, sino hasta que Akaza estaba encima de él y lo acorraló contra la pared para comenzar a besarlo apasionadamente. El príncipe intentó resistirse, preocupado de que en cualquier momento Sabito llamara a todos a montar sus camellos y partir, pero la verdad era que cada vez le resultaba más difícil resistirse a los labios y al cuerpo del Rey Soyama.

Los dos hombres se besaron apasionadamente en aquel rincón tan íntimo durante largos minutos, el sonido de sus bocas encontrándose inundó la cuevos mientras sus cuerpos se repegaban obscenamente entre sí. Akaza colocó sus manos alrededor de la deliciosa cintura de Kyojuro y sus manos comenzaron a deslizarse hacia abajo peligrosamente.

El carraspeo de un tercero les hizo saber que no se encontraban solos. El príncipe se separó de su pretendiente de inmediato. Senjuro era quien se había anunciado y se encontraba un par de metros de distancia de la pareja. Kyojuro parpadeó repetidamente mientras mientras su rostro ardía de bochorno.