Dioses Herederos (LIBRO 1)

Capitulo 1 "Niña tonta"

Narrador Omnisciente.

Londres, Inglaterra, Diciembre 10, 2005.

—Atenea es una princesa y yo seré una hechicera buena. ¿Quieres jugar? Puedes ser el príncipe de Atenea—pregunta a Ares haciendo que este se sonroje, una risueña Hela de 7 años.

Era más que claro que la habitación de juegos de la mansión Dagger estaba repleta de muñecas perfectamente peinadas y con vestidos brillantes. Ares, Hela y la pequeña Atenea han estado jugando por horas.

—Si claro, seremos todos unos príncipes—la voz entrometida de Frey, el hermano de Hela, se cuela por la habitación haciendo que tres pares de ojos giren hacía la entrada, donde se encuentra éste con unas lindas coronas que hizo su madre para las pequeñas.

—¡Siiii! Que bonitas, yo quisiera una por favor—pide Atenea haciendo su típica cara de cachorro triste—con esa mueca ha conseguido mas cosas que cualquier otra niña a su edad—Ares le quita una a Frey para colocarla en la cabeza de Atenea.

—Listo, eres una princesa—sentencia el menor de los Ackerman. La pequeña esta igual de roja que las rosas del jardín de la entrada.

—Gracias, príncipe Ares—responde ella haciendo una chueca reverencia.

La armonía del ambiente se disminuye con la aparición de dos niños un poco inquietos. Horus y Hades son tan inseparables como molestos, van de aquí a allá causando problemas o eso es lo que Hela dice todo el tiempo.

—Mira los tórtolos, están jugando a las princesas—se burla Horus. A pesar de las burlas se cuidan entre ellos, son muy buenos amigos. Y como dicen, ¿Para qué sirve un amigo si no te puedes reír de él?.

—Te proclamo reina de las hechiceras—dice Horus haciendo una mala imitación de voz, coloca la corona sobre la cabeza de Hela haciendo que esta chille feliz.

—Mamá dice que en Grecia hay una leyenda sobre una Diosa que era reina de las hechiceras se llamaba...mm eh... Hecate o algo así—informa Ares con algo de duda. Suele ser el más perspicaz de todos, estudiando todo sobre todo.

—Entonces soy esa, soy Hecate—dice Hela asintiendo repetidamente.

—Entonces eres una bruja, Hecate era líder de las brujas también—dice Hades de manera burlesca.

—Soy una hechicera—contradice la pequeña Dagger.

—¿Cúal es la diferencia?—cuestiona Horus y solo recibe hombros alzados en señal de desconcierto.

—Una bruja con ojos de colores y una corona patética—Hades toma la corona que tiene en la cabeza.

—No la toques o te golpearé—gruñe Hela molesta con lágrimas que amenazan salir de sus ojos.

—Mira como lo hago, niña tonta—rompe la corona en dos haciendo inmediatamente que el llanto agudo de la niña se escuche en toda la habitación.

—Hades, ella va a golpearte—susurra Ares asustado, pero su hermano sabe lo que pasará. Le gusta retar a Hela porque sabe perfectamente que le dará pelea.

Hela se levanta molesta dispuesta a irse contra Hades, golpeando su nariz en el acto. Su dolor se incrementa a cada segundo, pero es algo que él no demostrará jamás y menos ante ella. Los ojos azules de Hades destilan ira pura cuando la ve desde arriba—es un poco más alto— haciendo que la niña sé encoja de pequeño temor que siente, muy pequeño.

—¡Estás loca!—le grita el mayor de los hermanos Ackerman.

—¡Estás idiota!—le responde de la misma forma pero sin saber muy bien que significa esa palabra.