Mi Dulce.

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*inserte adrenalina*
ADVERTENCIA: Relato no planeado, me disculpo si tiene faltas ortográficas, ando al cien.

😫😫😫 FELIZ CUMPLEAÑOS HILLARYYYYYY...

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Hillary:

-Loca, ¿Ya terminaste de llorar? -alzo la cabeza de mi móvil y veo a Arianny asomada por la puerta de mi habitación.

-No estaba llorando -la fulmino con la mirada y ella enarca una ceja-, no aún...

Ella suelta una carcajada y ruedo los ojos porque Arianny también llora cuando lee.

-¿Crees que muera?

-Si muere, me muero con él. -le contesto y ella asiente.

-Bueno, deja de llorar, iré a comprar la cena.

-Me traes pizza.

-Obvio, eso iba a comprar.

Le lanzo un beso y ella pretende atraparlo antes de salir de mi campo de visión.

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Un beso en los labios consigue abrirme los ojos y suspiro ante el aroma de la colonia de hombre.

Mis ojos oscuros conectan con los grises que me observan con diversión.

-¿Te comió la lengua el gato, dulce? -el tono de burla en su voz me tiene temblando sobre mis pies.

-Jagger...

Su mano recorre mi cuello hasta mi nuca y tira de mis cabellos alzando mi rostro.

-Hillary... -atrapó mi labio inferior, mordisqueandolo antes de volver a besarme, robando mi aliento.

Mis codos me impulsaron hacia adelante, levantando la mitad de mi cuerpo pegándome al suyo.

Rodeó mi cintura, alzándome por completo permitiéndome llevar mis manos hacia sus cabellos.

-Si esto es una jodida broma, voy a matar a alguien. -murmuro para mi, cuando me libera y me trepo sobre su regazo.

-Hoy estás muy traviesa, mi dulce.

-Si lo soy, entonces cómeme como debe ser.

Sonríe de costado ante mi respuesta y palmea mi trasero aprovechándose del acceso que se brinda mi falda.

Me contorneo sobre él al sentir su erección y creo que es consciente de la forma en la que mis fluidos incrementan con los minutos.

Su mano izquierda permanece en mi caderas mientras la otra se cuela entre nosotros y gimo ante la mirada atenta de sus ojos cuando introduce sus dedos en mi.

Lo beso una vez más y notó el afán que le tiene a mi camiseta, tirando de ella tratando de quitarmela.

Termina razgando mi camiseta favorita y rompiendo un broche de mi brasier cuando este no le quiso ceder el acceso que él exigía.

Dame una noche más [+18]Where stories live. Discover now