- 46

9K 430 48
                                    

Kisaki Tetta

-

-

-

A él muchas veces se le dificultaba mostrar su amor hacia ella, pero es que en verdad nunca supo cómo hacerlo.

Si ella llegaba a pensar que su relación solo se basaba en sexo estaba totalmente equivocada, para el, hacer el amor con ella era la forma más pura de amarla de verdad.

De tenerla para el, de hacerle saber que es de el. De hacerle sentir su amor. Nunca la tomo solo por su cuerpo sino por su interior.

Nunca iba a decirlo en voz alta pero estar dentro de ella lo hacía sentir tan jodidamente bien, como si fuera el maldito dueño del mundo, ella era su mundo y el era el dueño de ella.

Ella jalaba su cabello rubio, como forma para que enterrara su rostro totalmente en su intimidad. Donde su lengua arrasaba con su clitoris.

La miraba retorcerse por sus movimientos, sus delicadas manos se pasaban por todo su cuerpo tocándose para el.

Tomo sus piernas y la halo más para el, sus piernas se deslizaban por la espalda del de lentes, que ahora no los traía puestos, y dejaba al descubierto sus ojos.

Esos ojos que la comían viva. Con su lengua simulaba embestidas, cuando la humedad en ella se hacía más notoria, introdujo dos dedos en su interior.

Se estaba volviendo loco, quería tocarla, estar dentro suyo y hacerla gritar.

Pero antes tenía que prepararla, movía sus dedos con agilidad, los gemidos de ella eran vagos y maldecía entre dientes con incoherencia.

El orgasmo de ella llego empapando sus dedos de su escencia, sin pudor alguno lamió sus dedos disfrutando de probarla, luego los acercó hasta la boca de ella para que también los lamiera.

—Sabes deliciosa —dijo para el mismo.

Palpó su miembro para hacer crecer su erección, abrió las piernas de ella a sus anchas.

—No dejes de mirarme —le dijo y ella asintió.

Con sus ojos conectados, empezó a introducir el miembro en ella, cuando ya estuvo dentro se dio el derecho de empezar a moverse.

Monto una de sus piernas en su hombro, y sujeto con más fuerza sus caderas asiendo un ruido obsceno al chocar los cuerpos.

La espalda de ella se arqueo y el aceleró las embestidas al sentir que se venía. Haciendo que el respaldo de la cama también colicionara con la pared,

Las paredes vaginales de ella se apretaban contra su miembro, recibiéndolo tan bien. Joder ver como ella lo tomo solo lo hacía excitarse más y acelerar su clímax.

—No vuelvas a decir que no te amo —la tomo del mentón, cierto, todo esto empezó por decir aquello.

—Lo siento, pero aveces no te haría daño decirlo —hablo la fémina escondiendo su cara en el hueco de su cuello.

—No confío en las palabras, siento que mostrartelo es mejor —hablo con voz cansada.

—Tienes razón.

Empezó a mover nuevamente sus caderas sobre la pelvis del mayor, dejando en claro que aún no habían terminado.

Con los ojos cerrados, tomo las caderas de la chica y las hizo mover más rápido para volver a provocar una nueva erección.

Y nuevamente la tuvo saltando sobre el. Esta vez ella empezó a gatear subiendo milímetro por milímetro recorriendo su abdomen marcado pero no exageradamente.

Gozando de lo bronceado de su piel, su lengua dibujo caminos a medida que subía hasta el.

Cuando ya estuvo cerca de sus labios, este abrió los ojos y encapsulo su rostro en sus manos.

Atrapó sus labios contra los de el, permitiendose probarlos con libertad, sin pudor alguno.

Comenzaron una batalla con sus lengua. Su boca succionaba la lengua de la contraria, sus labios. Y devoraba toda su boca.

Ya nisiquiera importaba si se estaban besando de forma correcta o torpemente. Sintio la fricción de sus partes.

Tomo en sus manos el miembro y ella se levantó por algunos centímetros para que el lo posicionara en su entrada, ella fue decendiendo hasta tenerlo por completo dentro.

Un gemido abandono sus labios cuando se separó de aquel beso, apoyo sus manos en los hombros de el.

Este con sus manos se recostó un poco en la cama. Empezó dando círculos , luego empezó con saltos en el.

A él le encantaba ver cómo el trasero de ella rebotaba sobre el, como sus pieles de distintos tonos chocaban. Esta era su adicción.

Ahora mismo no le importaría correrse dentro de ella y dejarla embarazada, después de todo siempre tuvo la enorme fijación que en un futuro tendría una familia juntos y talvez era hora de empezar a cumplir eso.

La tomo fuerte de la cintura cuando sintió que su orgasmo se acercaba, dando sus últimas embestidas, fuertes y firmes, taladrando el cuerpo de ella que se aferraba a sus hombros.

Y se corrió en ella, y ella en el, mezclando ambas escencias, salió cuando estuvo seguro que toda esa escencia estuviera dentro de ella.

Cuando ese hermoso coñito empezó a chorrear esa mezcla blanquecina. Desde ahora, el solo tendría que esperar y ver como lo que siempre quiso se hacía realidad.

Tendría un hijo con ella, atandolos de por vida, ella ya no podría alejarse de él, ni aunque quiera, ya estaba hasta el fondo de su mente, de su corazón y de su cuerpo.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒 ─ 𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora