27. Keisuke Baji

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El karma es una Mierda


Se movía al ritmo de la música, dándole un gran espectáculo visual al pelinegro largo que la observaba desde el balcón Vip que habían rentado con sus amigos.

Todos sabían de la fuerte tension sexual que había entre ambos, se movía como una maldita perra ante los ojos de el, ya estaba causando un estrago en sus pantalones.

Además que hoy eligió ponerse un vestido ajustado a su cuerpo, para los demás de la pandilla no era raro ver este comportamiento entre ambos, solo apostaban para ver quién perdería la cordura más rápido entre los dos locos excitados que tenían por amigos.

Todos decían "porque no se follan y ya" pero ellos no querían eso o talvez si, pero eran unos masoquistas que les gustaba jugar con sus más bajos deseos.

Se dio la vuelta para ver la cara de Baji, pero para su sorpresa el ya no estaba en la baranda del balcón observándola como hace unos instantes

–Emma iré con los demás ya me canse– le dijo a su amiga quien sólo siguió bailando

Subió las escaleras hasta el palco, vio a todos menos al que ella buscaba

–Cuando dejarán esos juegos estúpidos– dijo el más alto

–Cuando uno de los dos pierda–

–Y si pierdes tu– se acercó también Mitsuya

–No abre perdido si se trata de el–

–Son unos enfermos mentales los dos, si lo estás buscando está en el pasillo de las habitaciones– le indico Mitsuya

Le sonrió a ambos antes, se fue al pasillo que le habían dicho, era largo e iluminado por luces rojas, tenían puertas a vos lados, habitaciones que alquilaban por una noche o un rato

Lo encontró en otro balcón que te ofrecía una buena vista de la cuidad su cabello negro se movía por el viento, tenía una copa en su mano

–Que pasa, te cansaste de verme, es demasiado para tu amiguito–

–Si me cansé de verte, te mueves de la mierda, aprende a bailar–

–Con que no bailo bien? Porque no te muestro que tan bien puedo moverme–

Lo tomo de los hombros no sin antes dejar su copa a un lado y lo guío hasta sentarlo en una silla de sol que había allí.

Cuando él ya estuvo recostado, se subió encima de él y empezó a mover sus caderas encima de él, mientras su manos pasaban por su cuerpo

El pelinegro no sabía que me gustaba más que ella se moviera encima de él o verla tocándose frente a sus ojos.

Se levantó de el y le dio la espalda, ahora podía ver su trasero de buen tamaño rozando sus pantalones, ¡Joder! Se movía como una puta diosa, como su diosa, como su puta.

Cerró sus ojos sintiendo como  sus cuerpos rozaban, los abrió cuando dejó de sentir el peso y los movimientos encima de él

–Que pasa ya te estaba gustando como me movía– mascullo en su oído

–El Karma es una mierda Baji– se burló y empezó a caminar por el pasillo

–Hay karmas buenos ¿Sabías? Pequeña perra, porque no haces algo más que bailarme–

La cargo haciéndola enrollar sus piernas en su cintura y con algo de torpeza abrió la puerta de una habitación, la cerró a su espalda y la lanzó en la cama

–¿Ahora quien a perdido?– se burló la chica

–Ambos abremos perdido preciosa, pero si logro que me la chupes ya es una ganancia para mí–

𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒 ─ 𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora