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Miedo
El peli morado estaba sentado en su despacho, tomando de su copa con un líquido carmesí, del enojo que sentía hizo estallar la copa en su mano de un apretón, su mano empezó a sangrar estaba sumamente molesto.
Ella se había atrevido a escapar de nuevo, solo que estaba vez sí funcionó, llevaba una semana sin verla y se estaba volviendo loco, dónde estaba, con quién estaba, tantas preguntas inundaban su mente, estaba esperando que le trajeran información sobre la ubicación de la chica para así ir por ella.
Rindou: Lo tenemos, está en El centro de Tokyo
Ran: Con que allí te escondes –dijo para si mismo– prepara todo, iremos por mi nena –le sonrió a su hermano menor, quién salió enseguida–
[TN]
Estaba en la casa de uno de sus amigos de la infancia casi como hermanos, el sabía todo sobre su relación con Ran, no dudó en ayudarla cuando la propia familia de la chica le dio la espalda al saber lo peligroso que sería esconderla del mayor de los Haitani.
Nunca quiso estar con él, todo comenzó como una observación del mayor hacia ella, su propia familia la había entregado como si nada, pero que esperar si era un Haitani, esperaba que esta vez por fin pudiera escapar, irse del país y vivir sin él, la verdad le tenía un poco de miedo, aunque sabía que nunca la mataría, talvez uno que otro golpe como castigo pero no más que eso.
Akkun: Iré a comprar al supermercado de unas cuadras arriba, talvez podemos preparar spaghetti –dijo el chico tomando sus cosas–
TN: Eso suena bien, yo terminaré de hacerla limpieza, así te ayudo cuando vuelvas
Akkun: No tienes porqué hacerlo, eres mi invitada no debes de hacer nada de eso
TN: Claro que debo, estoy en tu casa, y garo tus recursos, debí de ayudar de alguna forma, así que nada de peros, ve a yo te espero aquí
El chico le dirigió una sonrisa a la peli___ Y salió al supermercado, por las cosas para hacer la comida, la chica al cabo de unos 10 minutos termino de hacer la limpieza, cuando tocaron la puerta. Se preguntó quién sería pues su amigo llevaba llaves
Se asomó al agujero que había Lara ver a la persona detrás de la puerta y se espantó, cuando voy a Ran del otro lado, con otros seis hombres detrás de él, cubrió su boca para que no se escuchará su respiración irregular, corrió para esconderse en el cuarto de la planta alta, los golpes en la puerta seguían, cerró la puerta con seguro y se escondió en el clóset
De una patada abrió la puerta encontrándose con nada en la sala, hizo señas para que sus hombres buscarán por la casa, uno le dijo que parecía haber alguien encerrado en el cuarto, el sonrió como si fuera reducir un regalo
Con otra patada similar abrió nuevamente la puerta, encontrándose vacío el lugar pero sabía que ella estaba allí, era buena escondiéndose pero él no pararía hasta encontrarla no sin antes jugar un poco con ella
Ran: Vamos nena, se que estas aquí, ¿Acaso quieres que juguemos a las escondidas? Sabes que soy bueno jugando eso –se paseo por la habitación aunque ya sabía que ella estaba en el clóset—
La chica estaba al borde de un ataque de nervios, se le dificultaba callar sus pequeños ruidos provenientes de su boca, estaba llorando, cuando de pronto la puerta del clóset se abrió bruscamente
Ran: Te encontré –la tomo y la obligó a salir de allí– creíste que ya estabas a salvo, error pequeña, solo estarías a salvo estando conmigo o yo estando muerto
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TN: ¡Ran para!, Por favor para el no tiene la culpa –estabas amarrada a una silla mientras presenciabas como golpeaban a Akkun, le pedías entre lágrimas que lo dejara–
Ran: Ay amor, Tanto lo quieres ¿¡Mas que a mí!? –grito asuatandote–
TN: Si, porque él no es como tú, tu solo golpeas y lastimada a las personas, no te importa nadie
Ran: Te equivocas, solo me importas tú, todo sería mejor, si desde el comienzo me hubieras dado una oportunidad de estar contigo, pero cuando yo me acercaba de buena manera tu solo te alejabas
TN: Porque no te amo, nunca lo voy hacer
Ran: Nunca digas nunca, vez cariño, lo que provoca tus acciones –acaricio tu mejilla– eres mía nena
TN: No soy tuya, jodete, no eres mi dueño
Ran: Te equivocas de nuevo, yo ya grabé mi nombre en tu piel desde el primer día, me perteneces
Susurro en tu odio antes de ponerse de pie y apuntar a Akkun, con un arma en la cabeza te voltio a ver con una sonrisa burlona
Ran: Unas ultimas palabras para tu amigo, amor –cargo la pistola–
TN: Ran por favor, déjalo ir, prometo que haré lo que quieras solo no lo mates –rogaste–
Ran: ¿Lo que quiera? –asentiste– bien, entonces te quedarás aquí, y no intentarás escaparte más, además vas a corresponderme
Apretaste tus puños y asentiste
Ran: Genial, Rindou encárgate de que llegue a su casa, tengo que hablar con mi pequeña
Rindou asintió y los hombres sacaron a Akkun de la habitación, Ran cerró la puerta a su espalda, y te sonrio
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