EL SECRETO DE FERİHA 4

CAPÍTULO 86

LLEGANDO A ESTE PUNTO DEBEN SABER QUE ESTE ES EL CAPÍTULO MÁS IMPORTANTE, CREO YO, DE TODOS. ESCRIBIRLO NO FUE MUY SENCILLO, QUISE QUE CADA DETALLE ESTÉ A LA LUZ. ESTE CAPÍTULO ESTA SOLAMENTE DEDICADO A ELLOS. DISFRÚTENLO
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Ambas miradas comienzan a llenarse de lágrimas mientras lentamente comienzan a avanzar. Una vez que ambos se reconocen totalmente, la emoción desborda en ambos, y lo que al principio eran pasos lentos, se habían vuelto una carrera. Ambos corren ese jardín para llegar al otro.

–         ¡Feriha! – grita Emir emocionado

–         Emir, eres tú – de la misma manera grita Feriha

Ella salta sobre él, mientras Emir la recibe con los brazos abiertos. Él la levanta y ambos se funden en un muy fuerte y prolongado abrazo. Cuando se están cara a cara, ella acaricia su rostro lentamente y terminan por besarse. Emir no puede dejarla en el suelo.

–         Mi amor, Feriha, ¿dónde estuviste todo este tiempo?

–         Emir, yo no s…

–         No sabes todo lo que he sufrido tu ausencia. Creí que estabas muerta, todos estos años estuve llorándote. Te lloré en el cementerio, le estuve llorando a ese cajón lleno de piedras, sentía que cada día me iba muriendo un poco más que el anterior. Yo ya no quería vivir más… tú eras el motivo de mi felicidad, de mi permanencia aquí, sin ti nada tenía sentido….

–         Emir, yo también te he extrañado, te explicaré todo porque yo hace unos cuantos días me enteré de quién realmente era

–         Está bien mi amor, no me importa nada, estoy contigo. Luego de esos dos largos años… ya no te dejaré ir nunca más. Mira, todo este tiempo llevé conmigo el anillo que me diste aquella vez, y… en mi muñeca este brazalete que tenía tus aros, bueno, hasta que extravié uno…

–         Espera – Feriha mete su mano en el bolsillo para sacar el aro faltante – aquí está el faltante

–         ¿Qué? ¿Cómo es posible? ¿Dónde lo encontraste?

–         Entremos Emir, te contaré todo lo que sé allá adentro, sabrás todo. Ahora solo quiero que sepas que te amo, te amo más que a mi vida, Emir

–         Lo mismo siento yo Feriha. Entremos mi vida

A lo lejos estaba Levent, observándolo todo. Al ver el tan ansiado reencuentro de los enamorados cumple su misión. Sube a un auto y se marcha para siempre a Rusia, para rehacer su vida comenzando por reconstruir la relación con su padre Kemal y reunirse con Bülent. Así lo habría querido su madre Nevbahar.

Feriha y Emir entran tomados de la mano a la cabaña. Los señores se sorprenden de verlos juntos. Ambos son acogidos en la cabaña y el señor Rugi les enseña la habitación en donde se quedarían a dormir. Les muestra la habitación en donde durmieron su primera vez en el lugar. Ambos, al ver la pieza, recuerdan todo. Las noches abrazados, los desayunos y las charlas. Cada sitio estratégico de esa cabaña era una puerta abierta a los recuerdos que ambos tenían.

Estaba anocheciendo, cuando la pareja sale de la cocina, luego de merendar, para comenzar a platicar sobre lo sucedido.

–         Amor, ven por favor, quiero contarte todo lo que viví, cómo encontré este aro, todo

–         Bueno amor, dime entonces

–         Yo… - suspira - no sabía nada de mi pasado. No recordaba nada, todo lo que ocurrió en nuestra boda, el disparo me produjo una alteración que hizo que pierda la memoria. Estuve postrada en una cama de hospital por más de un año Emir. – ella comienza a llorar mientras le cuenta – Todo el resto estuve de pie, viviendo en un mundo de mentiras
–         ¿Dónde hallaste esto? – le muestra el aro
–         Yo estuve en una playa ubicada en Esmirna cuando lo encontré. Me pareció tan familiar desde el primer momento en que lo vi, así que decidí quedármelo