EL SECRETO DE FERİHA 4

CAPÍTULO 84

Todos estaban mirando el cajón lleno de piedras. Ninguno de los tres lo podía creer. Lo que antes era una cara de preocupación en el rostro de Zehra se había convertido en una de asombro. Emir, feliz porque había comprobado su teoría, sonríe de la alegría que no podía contener.

–         Mi esposa esta viva, gracias Dios – Emir grita mientras comienza a llorar de la emoción

–         Mi hija Emir, mi hija no murió… ella está vagando por ahí, pero está viva

–         Lo ve Zehra, ella sigue con nosotros

–         Emir, discúlpame por haber dudado de ti, me siento avergonzada

–         Hermano, a mí también discúlpame

–         Tranquilos, eso ya no importa. Los orgullos y rivalidades ya no me interesan. Lo único que me interesa es que mi esposa esta viva

Bajo la lluvia, los tres se abrazan muy fuerte. Nadie pudo contener la emoción que generó la noticia. Pero lo que era felicidad en un comienzo, se estaba volviendo en rabia. Emir no pudo creer la falta de profesionalismo de la clínica a donde la llevaron.

–         No puedo entender cómo pudieron haberla dado por muerta, van a tener que oírme en esa clínica. ¿Qué hicieron con ella?

–         Emir, por favor espera. No te precipites, averiguaremos todo pero antes llenemos este pozo

–         Zehra, los doctores dijeron que no había sobrevivido. Tú estabas conmigo, ambos vimos a Feriha a través del vidrio. ¿Cómo? ¿En dónde está ella ahora?

–         Hijo, por favor. Yo también muero por obtener las respuestas a todas esas preguntas pero tenemos que actuar fríamente. Llenemos este pozo y volvamos a casa.

Los tres comienzan a llenar el agujero rápidamente para volver a casa. Muy silenciosamente ingresan al edificio. Una vez en la casa de Zehra, se quitan la ropa mojada y comienzan a discutir.

–         Zehra, disculpe mi comportamiento pero ¿cómo debía reaccionar? Mi esposa está viva, pero ¿dónde diablos está?

–         Eso mismo me pregunto Emir. Feriha estaba muerta. A ver, repasemos los hechos. Estábamos en la clínica cuando los médicos nos despacharon a todos hacia el vestíbulo. Luego de eso, algún enfermero debió llevar el cadáver a la morgue

–         Eso es cierto, pero ese día el doctor dijo que directamente enviarían al servicio funerario, porque estaban seguros de que ella había muerto debido a un paro cardíaco, y que harían una pequeña intervención privada en la morgue. Debió ser en el servicio social que ella dio señales de vida

–         ¿Conoces el servicio que tiene ese hospital?

–         Lo conozco Zehra. Mañana iremos, necesito saber de Feriha, no estaré tranquilo hasta que no la vuelva a ver… pero esta viva Zehra, su hija no murió – Emir vuelve a abrazar muy fuerte a Zehra porque no podía contener la emoción

–         Emir, ¿cómo harás para ir? No puedes hacerlo, recuerda que la policía te está buscando por el robo del auto

–         No me importa nada Can, mi esposa vive. Nada más me importa que ella. Ella está por encima de todo. Ella es como el aire que respiro. Todo este tiempo fue como tener una cuerda que presionaba mi cuello. Quiero respirar por primera vez en tanto tiempo, y sé que podré hacerlo si la encuentro. No importa que tenga que hacer, pero moveré cielo y tierra para hallarla

–         Em, ya vamos a dormir. Can, si prefieres yo puedo dormir aquí en el sofá y tú duerme en mi cama, por si te incomoda. No quiero que te vayas solo a tu casa a estas horas