CAPÍTULO 75

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Y así Feriha y Levent tomaron el auto y salieron hacia Esmirna. De camino a la ciudad hablaron de muchas cosas, Levent continuó inventándole una vida. Le contó que ellos fueron novios desde hace bastante tiempo, y de que su amor fue a primera vista. Le contó que se conocieron por accidente en la calle, y que desde ahí no pudieron estar separados uno del otro.

Él trataba de omitir cualquier dato que pueda ser de utilidad para ella.

Una vez que llegaron, se establecieron en un lujoso hotel cercano a la costa.

- Ay Kerem, ¿no te parece que esto es demasiado para mí? ¿Digo nosotros?

- Nada va a ser suficiente cuando es sobre ti amor, te amo demasiado, es todo

- Yo... también te amo - Feriha balbucea,
Levent no pudo soportar la emoción al escuchar esas palabras, y en ese momento se acerca lentamente a ella para besarla, y ella algo tímida se acerca a él. Ambos comienzan a besarse, mientras ella se acuesta sobre la cama y él la sigue.

- Que extraña me siento, de amar a alguien a quien no recuerdo claramente - exclama Feriha mientras abraza a Levent

En ese instante, Levent carga de nuevo la culpa por lo que estaba haciendo, y pierde la atención en ella. Se levanta rápidamente de la cama.

- ¿Dije algo malo? ¿Amor? ¿Por qué te alejas?

- No es nada amor, solo que recordé que debo ir a recepción para terminar el pago, espérame aquí. Si quieres, puedes ir desempacando y acomodando la ropa, yo volveré lo más pronto posible, ¿está bien?

- Si cariño, ve y aquí te esperaré

Levent sale del departamento con un dolor en el pecho, y se va directamente a la playa para caminar. Él siempre fue una persona de mar, y sabía que cerca de él podría despejar su mente. No pudo continuar al lado de ella en la habitación porque sus palabras dolieron, aunque no hayan sido intencionales. Se sienta en la arena y comienza a lamentarse.

En Estambul, Gülsüm está planificando irse de vacaciones también, junto con su hijo Kaan, aunque Koray no se lo permite. Así que ella comienza a elaborar un plan para poder irse junto a su hijo, sin que su ex esposo se entere. Sale de su casa con el niño en brazos y se dirige a los departamentos para visitar a su madre y a Zehra, e ir al cementerio. Llega al sótano y toca el timbre. Zehra abre la puerta

- Buenos días tía Zehra, ¿cómo estas?

- Buenos días querida Gülsüm, estoy bien gracias, ya estoy de salida de todos modos

- Tía, espera, quería acompañarte al cementerio, sé que irás...  porque mi madre me dijo – comentó nerviosa
- Está bien querida, toma tu pañuelo y vamos

Ambas salen al cementerio, mientras en el camino Zehra no expresa ninguna emoción ni gestos. Fue un camino muy callado, aunque Gülsüm trataba de romper el hielo.

- Y... ¿Cómo has estado estos años tía?

- Trabajando hija, trabajando

- Ah, ¿con los departamentos y todo eso?

- Sí, limpiando casas... más de quince años limpiando casas... - Zehra suspira

- Tía, no me ocultes nada, yo también me siento terrible. Aún no lo he superado

- Ay hija, no puedo creer que estemos yendo a visitarla a un cementerio. Mira, nunca habría imaginado que todo esto terminaría así, todo fue muy rápido - comienza a llorar

- Lo sé tía, en tu ausencia hemos vivido bastantes situaciones, ella ha sido muy fuerte. Se fue por varios años, volvió y quiso apostar por él por segunda vez

EL SECRETO DE FERİHA 4Où les histoires vivent. Découvrez maintenant