CAPÍTULO 71

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–         Ya han pasado exactamente dos años desde que mi luz se ha apagado Gülfidan. Hace dos años estaba despidiendo a mi princesa… estos años fueron los peores de toda mi vida. No solo perdí a mi querida Feriha, sino que también tuvimos que despedir a Riza. Aún recuerdo su cara cuando estaba dando sus últimos alientos de vida… solo expresaba tristeza, y mucha culpa. Lo podía ver en sus ojos, en esa mirada cansada. Juro que podía saber lo que pensaba, lo que pasaba por su cabeza, como el hecho de haber golpeado y castigado tantas veces a Feriha, haberla comprometido con ese psicópata, haberla negado como su hija cuando se enteró de su casamiento fugitivo y de sus mentiras. Pero créeme, yo también me siento culpable. Yo permití que ella sueñe demasiado alto, permití que ella pudiera cumplir sus ambiciones, nunca la detuve cuando sabía que la caída iba a ser demasiado fuerte… ya sabes, desde que ingresó a la universidad hace siete años y dio vuelta nuestras vidas. También dio vuelta la vida de los demás… solo mira a Cansu, solía tener una vida común, era una niña bastante tranquila, aunque muy antisocial, pero luego de todo el entramado en el que quedó metida perdió el control de sí misma, y luego lo recuperó, pero ahora el hotel que su padre le dejó ha empeorado mes a mes, la pobre ahora no sabe qué hacer para no quedar en bancarrota… o mira el caso de Sanem, esa mujer ha desaparecido del panorama por completo luego de irse con aquel muchacho que intentó matar a Emir… si no te vas muy lejos de aquí puedes incluso fijarte el caso de Mehmet, el dejó de trabajar cuando Emir abandonó el “Night", nunca más volvió a conseguir un empleo como el de una persona cualquiera, y eso para qué, si desde que dejó ese trabajo él mismo se recluyó en la armada, y hace tanto que se fue con una tropa al sureste del país y no sé nada de mi querido hijo… ay Allah, que hice para merecer todo esto, todo este tormento parece no tener final alguno.
 Hemos tomado ya demasiadas tazas de té, pero no las suficientes como para que te cuente lo mucho que sufro cada vez que voy a recostarme… me siento tan sola, incluso con la presencia de Ömer… pero él ya no es un niño, ya está entrando al mundo adolescente y no ha podido superar fácilmente la triste pérdida. No lo culpo, para ninguno de nosotros ha sido fácil perder a Feriha, luego a su padre, y no tener noticias de su hermano, el pobre ha sufrido demasiado para tan corta edad.

Sabes Gülfidan, si pudiera volver el tiempo atrás, si tan solo pudiera volver, todo sería diferente ahora, tendría a mi familia completa a mi lado, pero eso ahora es totalmente imposible. Hace dos años que uno de los pilares que me mantenía viva se ha caído, y desde entonces no he vuelto a reír, ni a llorar incluso, solo me siento vacía y extraña, y eso no es algo normal en mí… sé que viví demasiadas penas en el camino de la vida, y creí que podría superar esto, pero no pude hacerlo. Si antes logré superar todas mis penas y dolores era porque tenía el hombro de mi princesa en donde podía apoyarme, ahora ¿en quién me apoyo? Algunas veces pienso que ya no tengo motivos para seguir viviendo, el único que me queda es mi hijo Ömer, pero de no ser él, ya no tendría un objetivo que cumplir en este mundo.

Hoy es un aniversario que no me gusta recordar, ¿a quién le gustaría recordar una fecha así eh? Hoy tengo que volver al cementerio y ver a Emir, sentado ahí, observando la lápida sin pestañear, como lo hace desde hace un año… él ha sido el más lastimado de todo esto y con toda la seguridad te puedo decir que perdió completamente el rumbo. Cuando voy a su apartamento a realizar la limpieza solo siento olor a alcohol. Él me pidió encarecidamente que no mueva los muebles, que no cambie los cuadros ni que limpie los tapices. Todo está tal cual como lo habías dejado tú la última vez que limpiaste allí. Cuando entro a su habitación y abro la mesa de luz, en el primer cajón siempre veo las fotos de su primer matrimonio junto con el acta. El pobre siempre está viendo esas fotos, cuando eran felices, cuando eran libres… en medio de la nieve, sin nadie más que los conozca, teniendo como testigos a desconocidos de la zona… pero eran felices. Te juro amiga que lo que más me duele es que en su clóset solo esta colgado el vestido de bodas de Feriha, en el mismo estado, manchado con su sangre. Ni siquiera sus padres pudieron hacer algo, y como madre sé que se deben sentir miserables, luego de haber insultado a Feriha, luego de haberse preocupado más en eliminarla de su vida que en apoyar el amor que se tenían, luego de haber puesto trabas para que su relación no continúe, haber llegado a este nivel debió haber carcomido su conciencia… y ahora que el imperio Sarrafoğlu ha comenzado una decadencia continua desde que el club de su hijo cerró por completo… quien diría no… que la vida puede cambiar completamente en un segundo, que pasas de estar en la cima al fondo del pozo en cualquier momento. Recuerdo cuando la señora Aysun había descubierto la carta en donde Feriha revelaba sus mentiras y vino hasta aquí para acorralarla, vestía ropa de diseñador, como la que diseña la señora Tülin, esos vestidos de seda costosos, y esos tacones altos, el auto que la transportaba. Ahora, eso es el pasado. La última vez que vino hasta mi casa preguntando por Emir, estaba totalmente cambiada. Lo que antes eran vestidos costosos y tacones altos ahora se resumía en remera, jeans y zapatos comunes, llegando aquí a pie desde la parada de autobús. Qué ironías de la vida. No me sorprendería que pronto tengan que vender la casa en donde viven, y traten de mudarse al apartamento de Emir. No sé si viviré para ver tal acto. ¿Recuerdas los pendientes que me había regalado mi madre? Siempre que voy al cementerio y veo a Emir sentado con un brazalete que los contiene me provoca tanta tristeza y desesperanza que no te imaginas. Me gustaría poder hacer algo para ayudarlo, siento la necesidad de hacerlo, desde el fondo de mi ser quisiera hacerlo, porque él fue parte de la vida de Feriha, y desde entonces lo siento parte de la mía. Pero sé que cualquier esfuerzo sería inútil. Lo único que lo mantenía vivo era la presencia de ella.  Su ausencia se llevó todo de él. Cada vez que pienso en él solo puedo imaginarme un cuerpo sin alma, alguien a quien ya no le importa la vida.

Recuerdo cuando Feriha lo veía en aquellas revistas, sonriendo de manera especial, cada vez que lo nombraba un brillo se notaba en sus ojos, pero cada vez que trataba de entrometerme se molestaba mucho… ay mi niña, odio tener que creer que este haya sido el precio que tuviste que pagar por tantas mentiras. Aquella vez te dije que las dos nos iríamos a pagar por todo esto, pero solo ella se fue.

Ay Allah, hace ya tanto que no sabemos nada del paradero de esa maldita mujer que acabó con su vida, juro que no puedo ni mencionar su nombre. Ha aparecido en las noticias su foto, con recompensas para quien la haya visto, pero todo da a entender que la tierra se la tragó. Cuando fuimos a declarar en la comisaría, Emir estaba totalmente furioso por haberse involucrado con la maldita, pero a su vez culpable por haber involucrado a Feriha en toda su red de engaños y rencores.

Hace mucho tiempo que tampoco sabemos nada del profesor Levent, me ha sorprendido el hecho de que no haya estado presente en el funeral, ni haya visitado con frecuencia el cementerio siendo él alguien que amaba a Feriha. Solo tomó sus cosas y se marchó. La última vez que lo vimos fue en la comisaría, cuando dio su declaración… luego de vender sus acciones del hotel desapareció completamente. Me pregunto cómo y cuánto habrá sufrido el chantaje y la muerte de Feriha. Sé que ella solo lo usaba para atacar el ego de Emir, o al menos eso es lo que me comentaron los amigos de Feriha, y que además haya tenido que apoyarla para que estén juntos. Es una persona muy valiente y fuerte para haber podido atravesar todas esas situaciones. No le deseo el mal. Tampoco lo odio, porque sé que todo lo que hizo lo hizo por amor…

¿Cómo pude haber permitido que esto pasara? ¿En qué momento todo se desmoronó? Hace siete años estaba limpiando estos apartamentos junto a mi niña, y ahora los limpio totalmente sola y agobiada. Haber estado recluida en Antakya fue una decisión muy mala realmente. No estuve cuando mi hija realmente me necesitaba. No pude cuidarla de los golpes, de las calumnias ni de los ataques de los demás, aunque sé que lo hice por la educación de Ömer, pero de todas maneras pude haber hecho más.

–         Ay amiga Zehra, por favor ya deja de mortificarte, tú también tuviste que pasar momentos muy complicados, tuviste que mantener muchos problemas sola, cargando esa gran mochila de culpas y tristeza sobre tus hombros. Hiciste todo lo que pudiste, eso yo lo sé.

–         Pero pude haber hecho un poco más… tan solo un poco…

EL SECRETO DE FERİHA 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora