16. sentimientos encontrados

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Keith estaba regando las plantas del invernadero del Arboreto cuando oyó el movimiento de las campanas de la puerta de entrada, señalando la presencia de un cliente, seguido por la alegre voz de alguien gritando:

ᅳ¡Buenas tardes, Greñas! ¡Traigo café!

Keith se acercó a la habitación principal y dejó que una pequeña sonrisa se dibujara en sus labios cuando reconoció a Lance examinando una planta de aloe vera en la ventana delantera, sosteniendo dos cafés creados por Hunk.

ᅳHola, Rarito ᅳsaludó Keith tímidamente, deshaciéndose de su sucio delantal y colgándolo en el perchero cerca de la puertaᅳ. No estoy muy seguro de qué pensar de ese apodo, por cierto ᅳañadió, aceptando el café que Lance le había ofrecidoᅳ. Gracias.

Lance sonrió, antes de levantar una ceja mirando el pelo que caía más allá de la nuca de Keith.

ᅳNo me equivoco ᅳseñalóᅳ. Si no te gustara, te cortarías el pelo.

Keith se sonrojó, extendiendo su mano hacia atrás tímidamente para pasar sus dedos por su pelo.

ᅳNo me lo puedo cortar solo...

Lance soltó una risita.

ᅳObviamente.

Era el lunes después de la graduación y la primera vez que los chicos se veían desde aquella mañana. Se habían escrito un par de veces, pero a Keith no se le daba bien mantenerse al día con sus notificaciones y sus mensajes solían ser sosos y discontinuos, aunque estaba intentando mejorar por el bien de Lance.

Lance no había sacado el tema de los eventos de aquella noche, así que Keith había asumido de mala gana que aquellos recuerdos solo le pertenecían a él, aunque aún no estaba seguro de cómo podría sacar el tema cuando lo necesitara. Se sentía mal por mentir, pero no quería parecer un asqueroso y cada vez que pensaba en ello, terminaba dándole demasiadas vueltas al asunto y sintiéndose culpable.

Keith se deshizo de la tapa de su café y sonrió; Lance recordaba cómo le gustaba su café. Lance arrugó la nariz de disgusto.

ᅳNo entiendo cómo puedes bebértelo solo sin azúcar. ¿Eres un psicópata?

Keith miró fijamente el café y tomó un gran trago en lugar de responder, cerrando los ojos de alegría mientras el caliente líquido se encontraba con su lengua.

ᅳPerfecto ᅳmurmuró, observando a Lance por encima de la superficie del vasoᅳ. ¿Qué has estado haciendo?

La energía de la habitación cambió levemente. El castaño se acercó a la encimera y se sentó en ella de un salto, haciendo rodar sus hombros, apoyando sus palmas detrás de él e inclinándose hacia atrás. Puso los ojos en blanco, entornándolos de inmediato al sentir la luz del sol del mediodía, para luego encontrarse con los de Keith, siendo su expresión la misma que la de la noche en que había acorralado a Keith contra la puerta. Hizo que el florista sintiera un gran escalofrío y tomó otro sorbo de su café para evitar mirar al chico, sabiendo que tendría que explicar el motivo de su sonrojo si hacía contacto visual.

ᅳLo normal ᅳdijo Lance casualmenteᅳ; practicar, por supuesto. Formo parte de algunas clases más como un ayudante de entrenador. Deberías venir a ver alguna de nuestras actuaciones algún día, Greñas. ᅳSu tono de voz era ligero, pero Keith podía sentir su mirada sobre él, con la misma expresión entretenida y abrasadora. Era una prueba, podía sentirlo. Lance estaba viendo hasta dónde podía llegar.

El problema era que Keith no estaba seguro de si podría aprobar.

ᅳEh, claro, me encantaría. ᅳCambia de tema, cambia de tema... ᅳA propósito, ¿Adam te ha dicho algo sobre Shiro? Que quede entre los dos, pero serían muy buena pareja. ᅳKeith se arriesgó a mirar a Lance y notó un ligero movimiento en una de las cejas del castaño. Mierda, respuesta incorrecta.

BEAT DROP. klanceWhere stories live. Discover now