11. las gemelas

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—¿Me acabas de lanzar un caparazón azul? —gritó Keith mientras Huesitos se salía de la pista y el Rey Boo de Lance se ganaba el primer puesto. Lance le lanzó una sonrisa traviesa a Keith y le dio un golpe a la cadera del florista con su rodilla juguetonamente.

—Cómetelo, greñas.

Frunciendo el ceño, Keith se abrió paso entre las vacas que circulaban por la pista, subiendo lentamente de puesto desde el sexto lugar. Los chicos estaban en la tercera vuelta de la Pradera Mu-Mu y Lance no había sorprendido a Keith con el hecho de que fuera un maestro del Mario Kart, a pesar de sus afirmaciones de que solo había jugado un par de veces. Le había guiñado a la cara perpleja de Keith después de haber terminado la primera vuelta, diciendo simplemente: "¡Los cubanos lo hacemos mejor, cariño!". Mientras sus pizzas se hacían en el horno, el olor de queso derretido y especias llenaba el pequeño apartamento y el estómago de Keith rugió de satisfacción. No había comido pizza en años.

En una última aceleración gracias a un champiñón, Keith pudo hacerse con el segundo puesto al mismo tiempo que Lance terminaba primero.

—¡Toooma! —exclamó Lance felizmente, soltando su mando para chocar los cinco con ambas manos con Keith—. No sabía si podrías recuperarte de ese caparazón azul, tío, pero me has sorprendido.

Keith puso los ojos en blanco.

—Ha sido un golpe de suerte, podría haber ganado.

Lance asintió como si lo creyese totalmente, aguantándose la risa mientras asentía.

—Ajá, por supuesto, yo soy un mero campesino en su reinado del Mario Kart, rey Keith. ¡Cómo me atrevo a cometer traición! ¿Cuál será mi sentencia, su majestad?

Keith puso los ojos en blanco.

—Tú eliges la pista esta vez, entonces, si estás tan seguro...

—Lo estoy.

—... y yo voy a echarles un vistazo a las pizzas.

Keith, por algún golpe de suerte, ganó la siguiente ronda, pero Lance tuvo una buena racha al final y, para cuando el Sol se había puesto y el cielo había oscurecido, su puntuación era un patético 1:7.

—¡YYYY LANCE MCCLAIN SE HACE CON LA VICTORIA DE NUEVO, AMIGOS! ¿PODRÍA SER QUE ES ÉL, EN REALIDAD, EL REY DEL MARIO KART? ¿ES ESO SIQUIERA POSIBLE? ESTAMOS AHORA CON KEITH KOGANE, EL ACTUAL REY SUPREMO DEL MARIO KART. REY KEITH, ¿TENDRÁ UN SUCESOR? —Lance miró a Keith expectante.

Resignado y reacio, Keith inclinó la cabeza lentamente, haciendo una reverencia al nuevo rey.

—¡LO TIENE, AMIGOS! —gritó Lance alegremente antes de tumbar a Keith en el sofá, envolviendo a Keith con sus brazos cálidos en un abrazo triunfante.

[Keith.exe ha dejado de funcionar]

Lance se apartó, una fina cadena de oro escapando del collar de su camisa y colgando de su cuello mientras se sostenía sobre Keith (su corazón había entrado en shock por el contacto repentino). Aún sonriendo, Lance se dio cuenta de la expresión de Keith, una de vergüenza, y su sonrisa se convirtió lentamente en algo más coqueto.

—Tienes las mejillas rosas, greñas —susurró, inclinándose un poco más.

—Me pregunto por qué —respondió Keith casi de forma inaudible, incapaz de moverse ante la mirada zafiro de Lance. Lance se acercó aún más al rostro de Keith, haciendo que sus narices chocasen.

—Eres mono cuando estás así, deberías de hacerlo más. —Lance bajó la mirada y su barbilla, sus labios rozando la pálida piel del cuello de Keith. Un escalofrío recorrió la espalda de Keith y su espalda se arqueó levemente, hacia el calor del cuerpo de Lance. Sentía el cálido aliento de Lance sobre su piel, sus manos a cada lado del rostro de Keith. Un suspiro lento y tembloroso dejó los labios de Keith y cerró los ojos con fuerza, aquel torbellino de sensaciones estaba haciendo que su cabeza diese vueltas.

BEAT DROP. klanceTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang