𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒 ─ 𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁

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Taiju Shiba

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La vida fue buena despues de tantas cosas, ambos aún recuerdan como se conocieron.

La verdad que no fue la mejor forma de conocerse, pero lo que surgió despues de ese momento fue lo más hermoso.

Un gran amor, que llegó al siguiente escalón cuando se comprometieron y posteriormente se unieron en matrimonio.

Hoy cumplían 5 años de haberse casado, de haberse jurado amor eterno y de empezar hacer felices para siempre.

Pero antes de ver el presente porque no miramos un poco del pasado.

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—Yuzuha, estas bien —la menor de los Shiba tenía varios golpes al igual que su compañero Mitsuya.

—Estoy bien TN, tengo que seguir intentando —trato de pararse pero sus piernas temblaron.

—Me pesa admitirlo, pero el es muy fuerte —admitio el pelilila.

—Mierda mitsuya, no se si estás mejor o peor que Yuzuha, si siguen peleando contra el, terminara matandolos.

—Ni lo pienses Tn, Draken no me perdonará si te hacen algo.

—Se que mi hermano se preocupa mucho, pero no voy a permitir que esto llegue a más, como tercera al mando de TouMan confía en mí.

Muy a su pesar el pelilila la dejo enfrentarse al enorme chico llamado Taiju Shiba.

Lo único que sabía de el, era que, era el hermano mayor de los Shiba y que no escogió el mejor camino, por eso Yuzuha quería salvarlo.

Llegó cara a cara contra el, a primera vista su tamaño de casi dos metros la asusto, pero recordó lo que Draken le decía.

"Aveces el tamaño no lo es todo"

Y eso era cierto, aprendió a pelear viendo a Draken y a Mikey, se sentía confiada, talvez no de ganar pero si de hacer la diferencia.

—Una mocosa cree que puede ganarme —se burlo— los de TouMan cada vez caen más bajo.

No pudo devolverlos golpes con tanta fuerza pero si pudo esquivarlos para evitar un daño mayor.

Ese día ambos quedaron con cierta espinita, pero la sacarían en su próximo encuentro.

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—Alguna vez pensaste que tú y yo estaríamos tomando helado en un futuro —pregunto la chica.

—Ah decir Verdad no, pero cuando te conocí me imaginé muchas cosas.

La chica se ruborizó, y el solo soltó una carcajada, le gustaba ponerla nerviosa.

—Creo que mi helado tiene algo malo —hablo Taiju.