Siempre cuando Ray y Emma salían a una exploración fuera del refugio Ray tenía la costumbre de tomarle de la mano a esa pelirroja.
Muchos lo tomaron como normal, porque si eran hermanos de crianza y mejores amigos, y para muchos era normal esa acción, cuando salían a explorar.
Muchos creyeron que era porque Emma tenia la costumbre de estar siempre delante de la muerte misma, porque casi en varias exploraciones la comían viva sino fuera por los reflejos de aquel azabache.
Otras veces Ray la tomaba de la mano en el refugio cuando caminaban juntos por los pasillo o inconscientemente cuando nadie se daba cuenta.
Cuando el refugio exploto llevándose las vidas de Yuugo y Lucas consigo, muchos lloraron en los túneles.
Esa noche Emma no se dio la libertar de esparcir alguna lágrima en ese lugar, después de todo era la líder del grupo y no podría derrumbarse tan fácilmente. Ella había pasado esa noche en vela, viendo como todos dormían tranquilos.
Caminar por los alrededores era satisfactorio para no pensar en nada relacionado con lo sucedido, pero en su cabeza rondaba esos sentimientos de tristeza que querían salir a toda costa.
-Emma -la voz de Ray hizo que mirara hacia atrás viendo como los ojos del azabache la quedaban viendo unos segundos y bajo su mirada comenzando a caminar delante de ella. Él extendió su mano llegando a la nuca de ella y la atrajo hacia él -date la libertad de llorar sola es doloroso y mas en estos instantes -comento este sintiendo como Emma apretaba sus manos contra su camisa
-No puedo darme esa libertades Ray... Ahora...
-Es entendible derrumbarse. Y mas en estos instantes, todos lo sabemos es doloroso...
-No quiero permitirmelo... -aseguro esta intentando que no salgan las lágrimas de sus ojos
Ray suspiro y acaricio su cabello -permitelo, estoy solo yo aquí. Puedes llorar todo lo que quieras ahora -murmuro al sentir como la respiración de ella se hacia más errática y sin mas su camisa comenzaba a humedecerse.
Esa noche Ray la paso alado de ella en silencio, sin decirle algo al respecto, la mañana siguiente iban a comenzar su camino a otro lado nuevamente y ya no se permitiría perder a mas gente; no de nuevo, ya no la quería sentir o verla llorar a su querida amiga y amada.
Después de un tiempo de llegar al refugio de Norman y saber lo que tenia planeado ese albino. Ray y Emma quisieron rearmar la promesa de hace miles de años, para poder vivir tranquilamente sin demonios o correr por sus vidas por las plantaciones que los buscaban.
El entrar a loa siete muros no fue fácil, el primer lugar que encontraron fue esa casa donde se criaron, "Grace Filds House" estaba delante suyo, pero al entrar y ver todo, muchos recuerdos se le vinieron a la cabeza a ambos hasta que comenzaron ver cosas fuera de lugar.
Hasta que encontraron la escotilla del refugio antes de abrirla Ray tomo la mano de la chica
-Si la sueltas te mato -comento este mirándola seriamente
Emma soltó una pequeña risa y le sonrió -Eso sera imposible, no quiero perder a nadie mas, nunca mas -comento al aferrar su agarre mas que antes -Así que tu tampoco la sueltes... Porque no podría perderte. - le sonrió con tristeza y a la vez segura
Ray solo aparto su vista -Prometeme que no la soltarás
-¡Lo prometo!- comento con alegría haciendo que él sonría a medias
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