37.- El tiempo puede curar una herida

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Ray veía desde lejos a quien era Emma. Él era feliz aunque tenia varias heridas por dentro...

El buscar a Emma fue difícil para toda su familia, dos años sin ella fue agobiante, buscarla en todos lados y no encontrarla era frustrante, aunque nadie perdió esperanza que ella este en algún lugar de ese planeta.

Aunque cuando la encontraron ella... Ya no los recordaba, "Him" había ganado le había arrebatado lo que Emma mas amaba a su familia, amigos y hermanos, sus recuerdos tan preciados que habían construido todo ese tiempo de vivir con ella ya no estaban, sus fotos donde aparecía su familia solo eran borrosas.

Pero eso ya no importaba, aunque ella no tuviera sus recuerdos, los iba a reconstruir con su familia de nuevo, sin importar y no iban a ser arrebatados de nuevo.

El mas afectado en el grupo fue Ray, él había perdido a la persona que tanto quiso, aunque Emma estuviera viviendo con ellos, no era su Emma... Así que decidió apartarse de ella un poco

La pelirroja se levantó a media noche de golpe otra vez, era la cuarta vez que le pasaba en esa semana.

—Esto no es normal—murmuro al posar una mano en su frente, sintió como una lágrima caía por su mejilla, al sentir como un sentimiento de melancolía la tomaba, cuando recordó varias cosas de inmediato, se levanto de su cama y se dirigió a la cocina a tomar un vaso de agua para intentar calmar ese sentimientos e intentar que su cabeza se concentre en otra cosa, al intentar hacerlo otro recuerdo la consumió, haciendo que soltara el vaso el cual se rompió en miles de pedazos y con una de sus manos toco nuevamente su frente, suspiro pesando viendo esos vidrios rotos en el fregadero concentrándose en ese recuerdo.
Una mujer de cabello oscuro, con una sonrisa en su rostro y brillantes ojos violetas, diciendo su nombre al acercarse a ella y abrazarla

—Mamá —murmuro al sentir mas lágrimas bajar por su mejilla

—¡Emma!— el llamado la volvió a la realidad haciendo que mirara a su derecha encontrándose con el azabache con su rostro de preocupación

—Lo lamento... Rompí un vaso sin querer —Se disculpo esta mirando al fregadero comenzando a juntar los pedazos de vidrio hasta que vio como la mano del azabache tomaba su muñeca

—Te cortarás, dejalo me encargare de limpiarlo después —comento al sacarlo los vidrios de la mano y dejarlos en el fregadero de nuevamente —¿Tu estas bien?—cuestionó al cruzar con la vista de ella; sus ojos verdes estaban cristalizados

—¿Quien es Isabella Ray?—cuestionó esta mirándolo como él abría sus ojos como platos al oírla

Ray suspiro viendo a sus hermanos quienes asintieron y los dejaron solos, él había recordado que le había prometido a Emma cuando tenga duda en algo que se las preguntara —Isabella era nuestra Mamá del orfanato Grace Filds... Ella nos crió a todos con amor y cariño, era amorosa y muy valiente —contesto con tranquilidad, él no la odiaba; nunca la odio, aunque Isabella había hecho todo eso, él nunca la pudo odiar era su madre después de todo y agradecía todo lo que ella hizo todo ese tiempo.

—Ya veo... —comentó Emma al bajar un poco su rostro sonriendo con tristeza

—¿Que sucede?—se preocupo este al acercarse un poco a ella

Emma negó con su cabeza —No es nada —

Ray suspiro intranquilo viendo como ella se iba, él dio unos pasos pero por un impulso lo detuvo mirando como ella se iba "Muevete" pensó así mismo, pero su cuerpo no se movía algo lo dejo ahí sin moverse, pero vio como la pelirroja se daba vuelta abrazándolo con impulso posando su cabeza en el pecho de él

—Lamento las decisiones que tu Emma tomo —hablo Emma al agarrarla camisa del azabache —Tu Emma te amaba y lo sigue haciendo, mucho, mucho, ella era algo tuya y tu eras algo de ella...

Ray poso sus manos en la espalda de ella comenzándola abrazar

—Tu Emma estaría feliz de verte ahora, en lo que te convertiste y lo que hiciste todo este tiempo para encontrarla, lamento no ser ella pero...

El pelinegro la abrazo mas fuerte impidiendo que ella hablara —No te lamentes por lo que Emma hizo, no tienes que ser ella para complacer a los demás... Mi Emma era valiente y bastante terca y por una decisión egoísta que ella tomo la perdí, pero estoy agradecido con ella, nos dio un mejor futuro mas que hubiéramos pensado —hablo el azabache acariciando la espalda de ella calmándola —Disculpame tu a mi por alejarme... Necesitaba tiempo

Emma negó con su cabeza y se separo un poco de él cruzando sus ojos contra los de Ray, esos ojos verdes oscuros que la miraban siempre con cariño —No tienes culpa, comprendo lo que hacías, todos necesitaban tiempo, para asimilar todo lo que paso... —Emma cerro los ojos con fuerza posando su cabeza en el pecho de Ray, dándole otra jaqueca alertando al chico —Estoy bien descuida, solo es cansancio... —hablo intentando calmar a Ray

Había pasado mucho tiempo que a Emma no le agarraban dolores de cabeza y Ray lo sabia, él leía los resultados de todos sus hermanos cuando se hacían estudios y conocía perfectamente los de Emma.

—Desde hace tiempo que no te agarran dolores de cabeza —comentó al subir un poco su mano y acaricio los cabellos rojizas de ella

—Si, pero ya va a pasar —alego subiendo su vista y sonreírle un poco

Ray solo dejo su rostro serio y con una mano corrió el cabello de su frente y acercándose posando sus labios dejando un pequeño beso —Ve a descansar —comento al acariciar su cabeza, aunque vea esa sonrisa tan normal en ese rostro, él ya no podía ver mas que a su Emma ahí, pero recordaba que ella ya no era la Emma que él se había enamorado, y un enorme vacío crecía nuevamente abriendo nuevamente una herida que él intentaba cerrar desde ya mucho tiempo

Emma se puso de puntitas de pie llegando a la mejilla del azabache posando sus labios y dándole un pequeño beso, separándose de él viendo la cara de sorpresa que había puesto —Tu igual descansa —Se despidió yéndose de la cocina dejando solo

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Él había terminado de sacar los vidrios del fregadero y dejar todo limpio.

Apago las luces de la cocina y sala comenzando a tararear una pequeña melodía mientras subía las escaleras de esa casa, pensativo hasta que vio la luz del cuarto de Emma encendidas, un suspiro largo soltó golpeado dos veces la puerta de la pelirroja, unos segundos después ella abrió la puerta mirándolo con duda

—Aun no te duermes —Ray la regaño haciendo que ella sonría un poco

—Es que encontré unos papeles ¿Quieres pasar?—cuestiono viendo como él asentía y Emma se corría dejandole espacio

Así fue como el tiempo paso entre charla y charla, mientras que Ray le contaba ciertas cosas mientras que ella solo escuchaba.

Emma comenzó a cabecear hasta caer en el hombro del azabache, quien solo sonrió al verla dormir tranquilamente, el día siguiente le había prometido que iba a estar con ella y que saldrían a pasear.

Él la acomodo en la cama y tapándola, con las sabanas y cobijas que tenia en esa cama

Él solo la miro por un momento y una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

"El tiempo puede curar una herida Ray" recordó una palabras que su Emma le había dicho hace mucho tiempo —Puedes que tengas razón Emma—murmuro tranquilamente al dejar un pequeño beso en la cabeza de ella y acariciar esos finos y revoltosos cabellos que ella tenia —Duerme bien —comento antes de apagar las luces e irse a su habitación

El tiempo iba a poder curar una herida aunque sea muy grande de cerrar, y mas si era por esos sentimientos que lo entristecían pero sabia que podían curarse con mucho tiempo
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RayEmma °One Shots°Where stories live. Discover now