2.- °Cita°

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Esa misma mañana habían quedado para verse en la noche en un restaurante. Para la pelirroja era raro ya que su pareja prefería mil veces estar tranquilo en una biblioteca o hacer un cine en uno de sus departamento ya que eran los lugares mas tranquilos que prefería el o ella para pasar su día juntos o tener un día en el aire libre paseando por los parque o muy pocas veces ella acompañaba a comprar ropa

Pero esa vez era diferente; El, le había dicho que se arregle y que se mantenga lista porque el cualquier momento de la tarde la iba a pasar a buscar.

Al menos ella sabia los horarios de su trabajo así que podía tener el tiempo necesario para arreglarse y cambiarse.
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Así fue como ya bañada y aseada paso la mitad de su tiempo mirando su guardarropa y decidiendo que ponerse para esa noche; Ahora mismo se estaba culpando sobre tener Mucha pero MUCHA ropa, para usar y casi nada de esa ropa usualmente no la usaba.
Tenía un montón de vestidos largos, cortos, floreados, multicolor, algunos que eran muy llamativos y otros que solo eran como simple telas sin llamar la atención.
Un gran suspiro fue lo que ella sacó en menos de una hora y media llegaba su pareja a recogerla y ni siquiera tenia su ropa puesta ni estaba preparada ni maquillada...

La prueba de fuego fue la siguiente... Probarse todos esos vestidos hasta que uno le gustara y decidiera quedarse lo.

Al final de probarse todos y cada uno de sus vestidos decidió por uno de tirantes de color negro que era largo el cual pasaba de sus talones.

¿Ahora cuanto tiempo me queda? — se cuestionó entre murmuros al ver el reloj de pared — ¡15 MINUTOS! — chillo esta al ver la hora.

Aunque el llamado de los golpes de arriba por parte de sus vecinos era de esperarse. No le importo y se dirigió al baño a ponerse un poco de maquillaje en su rostro, aunque su cabello largo siempre era lo mas llamativo por las demás personas.
Esta miro con enojo al ver lo inflado que estaba y muy pero muy echo un desastre.
Lo intento peinar de miles de formas hasta que se arto y solo armo una trenza donde cubría una de sus orejas.
Buscó unos pendientes y un collar el cual eran de plata con una decoración de oro.

Su celular comenzó a sonar y aun le faltaban muchas cosas por hace y agarrar.
Una, Dos, Tres... Diez llamadas perdidas de la misma persona, no le dio importancia y siguió con lo suyo.

Emma tomo una de sus carteras y agarro su teléfono, su billetera y muchas otra cosas.
El timbre de su apartamento sonó y al irse abrir se dio cuenta de que aun seguía sin sus zapatos puestos.

Se alejo un poco de la puerta y grito del pasillo: — ¡Ya voy! — comentó ahora entrando a su habitación.

Solo paso cinco minuto y ya estaba lista para salir, puso una de sus mejores sonrisa y se dirigió a abrir la puerta principal viendo la cara de seriedad del azebache presente.

— ¡Hola Ray! — comento contenta esta abrazando al azebache el cual rodó sus brazos por la cintura de esta y pinto una sonrisa alegre por tal afecto recibido — ¿te hice esperar mucho? — cuestionó separándose un poco de su hombro y mirándole al rostro del presente

— Recién llego así que no. No me hiciste esperar mucho — contesto este dándole un beso en la frente a ella

Emma infló sus mejillas haciendo un puchero — ¡Mentiroso! ¡Me llamaste diez veces! ¡Y además de eso subiste a mi apartamento a buscarme! — chillo la pelirroja

— ¿Entonces si me estabas ignorando? — cuestionó este con una sonrisa burlona

— ¡Para nada! — comento esta frunciendo su rostro — Solo no me di cuenta de tus llamadas y...-

RayEmma °One Shots°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora