-Extra-

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-Quiero un pastel de frutas, Harry.

La voz de Louis ya sonaba irritada, sus ojos estaban medio cerrados y el cabello desordenado, la luz de la luna hacia ver su silueta mágica, especialmente con nuestro bebe creciente en su panza.

Louis ya tenía cuatro lunas de embarazo y había pasado de vomitar todo lo que comía y las náuseas constantes a los antojos rápidamente, en especial cuando el estrés emocional le sobrepasaba; como ahora que estábamos a un día de embarcarnos en un viaje hacia el reino de Rubrum y así cumpliendo la promesa de Zafir.

Quien había enviado una invitación también para lottie.

-ya está en camino, amor. -acaricie su estómago mientras tarareaba una canción e internamente le rezaba a los dioses que los sirvientes se apresuraran o tendría un omega irritado.

Jay y yo procurábamos ocuparnos de las cosas más importantes del reino para mantener a Louis lo más relajado posible, no queríamos que algo interviniera con el embarazo y hasta ahora todo iba en perfectas condiciones. Aun así, dudamos en un principio de aceptar la invitación, un viaje en barco de largas horas y dejar el reino al cuidado de nuestras madres no era ideal.

Jay fue la que llamo a la curandera, quien dijo que el riesgo de que algo le sucediera al bebe era mínimo y que el viaje podría ser bueno para Louis y el desarrollo de su embarazo.

Con eso resuelto, Jay y Anne prepararon todo para quedarse a cargo del reino por unos cuantos días y así yo y Louis nos ocuparíamos con los preparativos para el viaje. Lottie fingía desinterés, pero todos escuchamos el grito que resonó en los pasillos de palacio cuando leyó el remitente.

La puerta se entreabrió y un nervioso sirviente observaba escondido tras la puerta. Todos sabían de los antojos del rey y de su nivel de irritación si estos no eran cumplidos con la mayor rapidez posible.

Me levante en búsqueda de los pastelillos de Louis, pero este fue más rápido y bastante más ágil para ser un omega embarazado. El sirviente solo le entrego el platillo repleto de pastelillos sorprendido mientras Louis ya tenía la mitad de uno en su boca.

-muchas gracias, puedes retirarte. -le dije al sirviente mientras me acercaba a ellos, intentando reprimir una sonrisa divertida.

El sirviente se alejó luego de una reverencia y Louis pronto dejo que salieran pequeños gemidos de satisfacción mientras comía, mascando con rapidez y de la comisura de sus labios caía jugo de los frutos.

-Lou, cariño, debes comer con más tranquilidad.

y aunque le hable de forma tranquila y suave, su mirada indignada detuvo mis movimientos.

-nuestro bebe quiere pastel de frutas y no debes hacernos esperar, alfa. -su voz denotaba irritación y un ceño fruncido mientras masticaba fervientemente de sus pastelillos.

-por supuesto, omega. -me acerque hasta que mis manos le rodearon, acariciando suavemente su pancita. -solo no quiero que te enfermes por comer demasiado rápido.

La irritación se alejó de su expresión y un suave suspiro dejo mis labios, era la mitad de la madrugada y no quería despertar a más personas en palacio con su rey enfadado.

-vamos a recostarnos y puedo darte un masaje mientras comes los pastelillos.

Pequeños gemidos fueron su única respuesta, haciéndome saber que su omega necesitaba de mi más de lo que había dejado entrever estos días. Con el estrés del viaje y el embarazo, su omega había estado en busca de mi alfa y aunque no era algo constante, según Jay y Anne, esto seguiría creciendo conforme avanzara el embarazo.

The Fate Of Your Life (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora