The Fate Of Your Life (L.S)

-17-

Un manto de tristeza cubrió el reino y los festejos y la felicidad quedaron rápidamente en el pasado, las cartas sobre el luto del reino se enviaron con prontitud a todos los lords, quedando todos a la espera de que sucedería.

Lottie intentaba ayudarme a mantener un orden en palacio, fizzy se preocupaba por mis hermanas, siempre distrayéndolas, mi madre no dejaba sus habitaciones, su cabello había perdido brillo, estaba delgada y no comía. Sir Thomas siempre se mantenía cerca, cuidando de la reina regente, mientras yo lo reinaba sin el título.

Claramente esto no le agradaba al concejo, en cada una de nuestras reuniones preguntaban por la reina y luego no dejaban de sugerir que debía coronarme lo más pronto posible, a pesar del luto en todo el reino. Harry siempre se mantenía cercano y aunque no se le permitía asistir a las reuniones, siempre me confortaba cuando estas terminaban, con mis nervios, furia y tristeza a flor de piel.

Sabía que debía casarme y así mi alfa y yo podríamos reinar, pero no podía hacer algo como eso a solo unos días de la muerte de mi padre y con mi madre en el deplorable estado en el que se encontraba no podía brindarnos con su bendición como los siguientes reyes. Nada de esto debía suceder así, no esperaba esto como mi futuro y los constantes susurros negativos a mis espaldas no ayudaban a mi enredo de emociones, entremezcladas caóticamente.

Y, aun así, sabía que no podía esperar mucho más.

Golpee la puerta levemente y Thomas respondió a ella, estoico. Me sonrió levemente y me dejo entrar con una pequeña reverencia. La habitación estaba poco iluminada, solo una ventana se mantenía abierta y dejando entrar la luz del sol, mi madre estaba sentada en el asiento preferido de mi padre, mirando a la lejanía del bosque, pero sus ojos no estaban enfocados.

Me acerque y me hinque ante sus pies, tome sus manos suavemente, acariciando sus dedos pálidos. Ella movió lentamente su cabeza ahora observándome a mí, una leve sonrisa creció en sus delgados labios por unos momentos.

-madre, necesito tu bendición... -mi voz se atoro en mi garganta, lagrimas acumulándose, listas para mojar mis mejillas. -el matrimonio debe adelantarse, al igual que la coronación.

Su vista volvió al bosque, aunque esta vez sí pareciera que lo estaba observando, mientras deliberaba. Pronto su mirada volvió a mi tenso rostro.

-por supuesto que debe adelantarse. -su voz fue poco más que un murmullo, raposa después de casi no haber hablado en un par de días. - tú y Harry siempre han tenido mi bendición. - una de sus manos se alejó de las mías y se posó en mi mejilla. - y también la de tu padre.

Un par de lágrimas cayeron, pero le sonreí, acercándome a su tacto. No podía dejar que se siguiera consumiendo...no podía perderla a ella también, no tan pronto.

-gracias, madre. -gire levemente mi rostro, solo para besar la palma de su mano. -las gemelas han preguntado por ti.

La única otra razón por la que un omega seguiría luchando por su vida después de que su alfa falleciera, son sus cachorros y aunque las gemelas, y todos nosotros, ya éramos un poco mayores para despertar naturalmente esa necesidad, seguíamos siendo sus hijos, sus cachorros.

Ella tarareo y una leve sonrisa creció. -yo también las extraño, ¿harás que vengan a verme?

-por supuesto. -me levante y deje con suavidad sus manos en sus muslos. -fizzy vendrá con ellas.

Bese sus cabellos en despedida y me aleje. Thomas miraba a mi madre con sus ojos brillosos y con una reverencia abrió la puerta para mí, ninguna lagrima cayo.