Capítulo 15, "Para Eliza" de Beethoven

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El día del evento se acercaba, la señorita Emily organizaba el gran espectáculo, decidió elegir la fecha exacta del cumpleaños de la señora Smith para que Azul pudiera darle la sorpresa a su madre, sentía que sería más emotivo de esa forma, además también se había emocionado con la idea de darle una sorpresa a alguien a través de la música.

En el salón, Azul intentaba elegir una pieza para tocarla en el recital, su maestra se dirigió al aula, se detuvo en la puerta al ver a Azul sentada en el taburete. Había partituras regadas por todos lados, encima del piano, en el piso, en el taburete... sobre la mochila de Azul.

Además tenía algunas cuantas en las manos, la pequeña se encontraba con la cabeza inclinada apoyada en las teclas del piano, leyendo una de las partituras que sostenía con apatía, se veía muy desanimada.

—¿Ya has elegido la pieza que tocaras el día del recital? —preguntó la maestra aún apoyada sobre la puerta.

Azul levantó su torso y giró la cabeza en dirección al sonido de la voz, sus ojos se posaron en su maestra, su intensa mirada era más seria de lo normal, no dijo nada solo se quedó observando, se veía preocupada. La señorita Emily se acercó para sentarse a su lado, quería intentar aliviar la tensión de su corazón.

—¿No sabés que tocar?

—Podría elegir una pieza de Beethoven o de Wolfgang... no mejor de Johann Pachelbel... ashh no lo sé —Azul tomaba una partitura y luego otra.

La señorita Emily al verla tan dudosa susurró —Me gusta "para Elisa" de Beethoven.

Azul la miró fijamente  —es una pieza sencilla.

—Es linda para tu primera pieza en público, perdón segunda —corrigió recordando la primera vez que vio a Azul enfrente del escenario con los compañeros de clases de Louis—. Para Elisa fue una sonata dedicada a una niña llamada teresa, una pianista que se vio incapaz de interpretar una obra de un compositor alemán, ella salió corriendo avergonzada entre lágrimas, Beethoven se simpatizó de la pequeña y fue tras ella, ese día él le prometió esa canción.

—Y ¿Por qué se llama "para Eliza"? en vez de "para Teresa" —preguntó Azul con curiosidad.

—Pues la vida es complicada, Teresa era una joven aprendiz llena de sueños como tú. Beethoven murió y esta obra fue encontrada años después por una persona que no entendió muy bien el manuscrito de Beethoven, además la pieza estaba desgastada, al trascribir la canción el nombre se modificó.

—¡Wuaoo! ¿Es una historia real?

—Por supuesto que sí, ¿crees que miento?

—No, pero es una historia linda para ser cierta. —Azul bajó la mirada.

—¿Y porque crees que no puede ser cierta?

—Bueno es solo que, como una simple niña puede llamar la atención de un gran músico como Beethoven.

—Ah así que creés, que porque teresa era una niña no puede ser una pianista.

—No dije eso, yoo...

—¡Azul!, —Interrumpió la señorita Emily—, tanto tú como ella son igual de valiosas como el mismo Beethoven y pueden lograr las misma cosas si te las propones. Tú llamaste la atención de Louis y la mía, porque ambos vimos lo preciosa que sos.

—Aunque ustedes quieren que haga cosas que no pueda hacer, podría fracasar.

—¿Fracasar? Todos nos caemos en algún momento de nuestra existencia, solo debés levantarte, sacudirte el polvo y estar lista para volver a caer una y otra vez, hasta que tus alas estén fuertes y permanezcan firmes, es allí cuando alzaras el vuelo y lograrás todo lo quieras.

Azul tragó grueso, su mirada cayó al piso —vos creés... que soy capaz de tocar enfrente de tantas personas sin desmayarme.

—Sos capaz de eso y más. Yo sé que sí. —Azul sonrió levantando la mirada.

—Señorita Emily ¿puedo pedir un favor?

—Claro que sí.

—Es que hice un desastre con las hojas y están tiradas en todas partes ¿podría ayudarme a encontrar "para Elisa"?

La señorita se echó a reír antes de comenzar la búsqueda con Azul.

Fue así, como Azul comenzó a practicar "para Elisa" de Beethoven, incluso estudiaba la composición en casa, quería memorizar las notas. No se sentía capaz de tocar enfrente de tantas personas, por eso quería memorizarla para poder tocarla con los ojos cerrados si era necesario. Sentía miedo de equivocarse; "200 personas" era demasiado, solo de pensarlo se le revolvía el estómago.

"Serán más de 200 personas y si se burlan de mí, es muy diferente a las 8 personas en el salón, además los chicos siempre estaban conmigo, ellos me apoyaron en cada momento".

La charla con la señorita Emily había logrado tranquilizarla unos días pero eso no había sido suficiente.

Louis por otro lado sabía que Azul aún no estaba lista, él sabía que ella podría ser completamente capaz de escaparse el día del evento y negarse a tocar frente a un público tan grande. Pero la imaginación de Louis era sorprendente y las estrategias para ayudar a Azul no se le acababan, ingenió otro magnifico plan, para ello utilizaría la ayuda de Miranda. Aunque eso fue un poco complicado para Louis, quizás más de lo que él mismo había creído.



La introvertida vida de AzulWhere stories live. Discover now