Capítulo 5, Louis

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Nota: el vídeo es de la canción Twinkle Twinkle little star en 12 variaciones.

   Al fin era lunes, Azul aún recordaba lo que había hecho el viernes pasado en la escuela, buscó a la maestra pero no logró encontrarla, al día siguiente también le fue imposible.

Su paciencia se agotó y decidió subir sola, de igual forma era costumbre. Fue al gran salón de música de 1er año y practicó lo que la maestra le había enseñado el viernes pasado.

Un chico guapo, alto de contextura delgada pero atlético de 4to año de secundaria entró al salón para buscar unas cosas, se sorprendió al ver a Azul sentada en el taburete tocando las notas; do, re, mi, fa, sol, la, si, Azul repetía una y otra vez las mismas notas en el piano. El joven se acercó despacio.

—Los niños no deben subir hasta acá. —Azul giró su cabeza asustada.

—Lo siento, yo... subí solo un ratito, ya me voy.

Pero el chico no quería que se fuera.

—Tranquila, no soy un profesor —dijo amablemente mientras cerraba la puerta—, no olvides cerrar la puerta para que los profesores no te vean aquí. —Despacio se acercó y se sentó a su lado. Dejó la mochila en el piso, observando a la pequeña, Azul percibió un ligero olor a chocolate de su recién curioso amigo—, ¿Te gusta el piano? —preguntó con dulzura.

—Sí, me encanta —asintió.

Los ojos del chico tenían un tono azul verdoso, transmitían confianza y esperanza, lo que hacía que Azul se sintiera extrañamente a gusto, se sentía muy cómoda hablando con una persona completamente desconocida, era algo nuevo y raro para ella.

—Veo que ya conocés las notas. —El chico dirigió su atención al piano y comenzó a tocar, los ojos de Azul brillaban maravillada por el dulce sonido que su recién amigo lograba hacer con sus manos, observó cómo se movían sus dedos en el teclado.

"Estrellita donde estas quiero verte tintinar en el cielo o en el mar, un diamante de verdad" —tarareó la canción.

—Wooow sos muy bueno —Exclamó Azul.

—Aún estoy aprendiendo, ven te enseño —dijo delicadamente. Y así el joven de ojos azules se convirtió en el primer mentor de Azul, después de 20 minutos sonó la campana. El chico se levantó al segundo timbre.

—Debo volver a clases —dijo levantando su mochila del suelo y guardó unos libros que estaban en el salón antes de que llegara —por cierto, sos Azul ¿verdad?

—Sí, ¡Azul! ¡Azul Caroline! —respondió con entusiasmo. —¿Cómo sabias mi nombre?

—¡Azul! —repitió pensativo, sin responder la pregunta.

—Qué hermoso nombre tenés, es un placer mi nombre es Louis. Te espero mañana acá a la misma hora. —Y con eso salió del salón dejándola un tanto confundida.

Azul aún no debía entrar a clases así que, cerró la puerta y siguió practicando.

* *

Al día siguiente Louis estaba en su clase de música, se acercó a su profesora para charlar.

—Disculpe señorita Emily, tenés algún libro de música básica, para piano.

La señorita Emily era la profesora de música de Louis.

—Casualmente tengo uno, pero para que lo querés, tenía pensado dárselo a una niña especial que conocí hace unos días.

—Quiero ayudar a una pequeñita que siempre veo en las escaleras, viendo la clase de música —dijo Louis tomando sus cosas del pupitre.

—¡¡¡Ah sí!!! Que interesante —la maestra sonrió, imaginándose quien podría ser la niña de las escaleras—. Lo tengo en la oficina te lo daré más tarde. Cuando baje al comedor iré por él.

La introvertida vida de AzulWhere stories live. Discover now