Capítulo 20: What if heaven doesn't let me in?

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Hay algunas personas
Que llegan a nuestra vida
Para dejar una huella
Y marcharse a tierras nuevas

Le echan un vistazo al camino
Tan arduamente construido
Y con simples pisadas
Logran arruinarlo

Entre sollozos
Uno vuelve a armarlo
Buscando en la luna
Un confidente mágico
Pero sin embargo
Dicha ayuda nunca es de nuestro agrado
Porque aspiramos a más
De lo que seremos capaces de hallar

Hasta que cierto día
Dejamos de estar perdidos
Y de sufrir entre horas
De escondernos en los pasillos
Y hallar en las guerras cariño

Podremos tener en nuestras manos
A no más que un novato
Que con su implacable amor
De nosotros
Hará lo mejor

Roto y dolido
Y simplemente abatido
Me encontraste
O quizás yo te encontré
Porque el orden
De los factores
Jamás alterará el producto
Ni la devoción que siento al estar inmerso en tu mundo

"¿Ni la devoción que siento al estar inmerso en tu mundo?"—Louis repite en voz alta, leyendo el poema que Harry había escrito en su computadora. El rizado se acomoda mejor sobre el otro chico, las piernas y brazos de Louis enrollados a sus costados y otorgándole el calor necesario para no temblar. —¿Debería sentirme aludido?

—Por supuesto. ¿De quién más podría estar hablando? —ladea la cabeza un poco, descansando su mejilla contra el hombro del mayor. Louis lo observa de reojo, estirando su cuello y depositando un suave beso sobre sus labios. —Gracias por eso.

El ojiazul sonríe antes de volver a repetir el gesto por una segunda vez. —De nada. Yo también lo necesitaba.

••••••••••••••

Harry está perdidamente enamorado de Louis.

Lo comprende un jueves por la mañana, mientras toma apuntes del discurso de su profesor en clase y garabatea flores y desproporcionados rostros en los márgenes de la hoja. Entiende, de una manera irremediable y confusa, que ama a Louis.

Quizás, es un poco temprano. Quizás, simplemente está equivocado. Aunque, ¿no hay posibilidades de que esté en lo cierto? ¿De que su corazón lata con locura por aquel chico de ojos azules y castaño cabello?

Quiere pensar que está en lo correcto. Sin embargo, remontándonos a los patrones del ser humano bajo los efectos del amor, la realización de este hecho recién llega en una tercera instancia. Harry ya ha tratado de negarse a la idea; de convencerse a sí mismo, a altas horas de la madrugada, de que lo que sentía dentro de su pecho, una quemazón que duraba días y días, no era más que un sentimiento pasajero. Incluso, llegó a pensar que Louis era una versión distinta de John: alguien que llegó a su vida para ponerla patas para arriba, y luego, con el paso del tiempo, optará por partir con elegancia.

No obstante, Louis jamás se comportaría de esa forma. Jamás sería como John, ni pretendería utilizar a Harry como un muñeco de trapo. Louis, muy a diferencia de ese muchacho rubio y alto de ojos mieles, que por los pasillos de la escuela lo buscaba, y entre falsos besos y promesas lo enamoraba, jamás querría verlo triste. Jamás le quitaría lo más preciado que tenía: sus esperanzas por hallar al amor verdadero.

¿Lo ha encontrado? ¿Ha cumplido las expectativas de todos sus allegados? ¿Logró, acaso, dar con esa persona quien tenía el apropiarse de su corazón como destinatario?

The trouble with wanting (l.s)Where stories live. Discover now