—Sí, sí como digas, ahora ¿como se llamarán? — pregunta ignorando lo que acabo de decir, imbecil.

Estoy apunto de decir sus nombres, cuando entra Marina con una bandeja en sus manos y a Noah en sus espaldas que lo lleva cargado con una manta.

—La doctora me dijo que puede comer cosas ligeras, mi señora.

—Gracias, Nani — le agradece.

Noah al ver a su madre rápidamente pide ir con ella, ayudo a Marina a a cargarlo para pasarcelo a Dacota. Noah se vuelve loco con solo verla pero yo verifico que no la lastime, antes era el doble de protector con ellos ahora seré el triple o cuádruple de protector.

—Necesito alimentar a Noah— esas palabras son luz verde para sacar al fin a todos de nuestra habitación.

—Es una lástima que tenga que sacarlos pero mi mujer tiene que alimentar a Noah— digo sonriendo malicioso.

—Volveremos mañana.

—Mejor si nunca vuelven— mascullo sintiendo la mirada de Dacota en mí.

Todos se despiden de los bebés y de Dacota prometiendo volver mañana ¡genial! Suspiro al ver a la última persona salir, al fin solos.

— Eres un pesado— me recrimina mi hermosa mujer.

—Lo sé, pero solo los quiero para mi en estos momentos.

Solo rueda los ojos, ayudo acomodarla quedando en una posición más cómoda para alimentar a Noah, le traigo una toalla húmeda para que pueda limpiar su pecho que le dará a Noah. Mis dos copias están durmiendo profundamente en sus cunas que están instaladas en nuestra habitación, solo dormirán con nosotros los primeros meses.

—Quiero otros cinco más de estas pequeñas zanahorias.

—¿Zanahorias? — pregunta confundida.

—Sí, que incluya una niña.

— André, puedes dejar de hablar de tener bebés por lo menos cuatro años.

—Eso es demasiado tiempo— me quejo como niño pequeño.

— Es lo justo, por el momento tenemos a estos tres revoltosos— sonrie perezosamente.

—Aja, ahora yo me encargaré de este pequeño demonio mientras tú descansas— agarro a Noah para sacarle los gases una vez la he acomodado bien para que pueda dormir.

Solo son cuestión de segundos para que caiga profundamente dormida, camino con Noah en mis brazos intentando que duerma como lo hacen sus dos hermanitos.

—Puta madre, nunca me image que fuera a tenrlos en mi vida— susurro viéndolos a los tres.

Nunca me imaginé que iba a enamorarme locamente de una niña, que iba a obligarla a estar conmigo pero lo más importante que ella se enamorara de mí y me diera una maravillosa familia, sí, estupidas palabras cursis pero joder, todo esto es mejor que lo que pensaba.

Pero de una cosa si estoy seguro, volvería a secuestrar una y mil veces a Dacota.

¿Un hijo de perra? Lo soy.

Unos leves toques en la puerta hacen que salga de mis pensamientos, camino hacia la puerta abriendo esta para encontrarme a Erick.

—¿Pasa algo? — pregunto dejando que entre a la habitación.

—Nada malo, solo quería ver a mi niña— dice caminando hacia el lado de Dacota quien duerme profundamente.

—Sabes que....

—Sí,sí, que solo porque soy como un padre para ella me dejas entrar a la habitación a verla— sonrie de lado quitando las palabras de mi boca.

—Me alegro que ya lo entiendas— le devuelvo la sonrisa.

—¿Todo bien?

—Todo perfecto.

—¿Y los bebés? — pregunta fijando su mirada ahora en las cunas.

—Ven te los presentaré— señalo con mi cabeza para que venga.

Se encamina hasta estar a mi lado quedando enfrente de las cunas, se queda viéndolos embobado fijamente, aprovecho para dejar a Noah al lado de Dacota un poco retirado de ella para que no la lastime, una vez hecho regreso al lado de Erick quien aún sigue viéndolos.

Saco uno a uno hasta acomodarlos bien en sus brazos.

—Te presento a tus nietos— sonrio orgullo por mis pequeñas copias.

— Hermosos nombres— me sonríe viendo sus pequeñas placas que cuelgan de sus cunas.

—Lo sé— me encojo de hombros.

—Hay mi niño— sonríe, negando con la cabeza.

**

Hace como una hora que estamos finalmente solos en nuestra habitación, y no me he despegado ni un segundo de ellos y creo que no lo haré por un largo tiempo. Noah juega en la alfombra tranquilamente hace un rato Marina quiso llevárselo pero me negué, tampoco quiero alejarme de él.

—Pa…pa…pa…—balbucea llamándome.

—Adoras a tu padre ¿verdad? — le pregunto, y obtengo como respuesta sus efusivos aplausos.

—Pa...pa... —balbucea ahora viendo las cunas.

—Muy pronto jugarás con ellos— su risa no se hacen esperar, y como que mis pequeñas copias están en coma como su madre porque no se despiertan por el ruido.

Quisiera que nuestra vida fuera así de tranquila y feliz, pero se que el día de mañana todo cambiará pero una cosa es segura, mientras yo esté vivo nadie, malditamente nadie, les tocará un pelo eso, lo juro.

Con que me llamo André Black.

Ahora necesito un baño con mi pequeño campeón, miro una ultima vez a mis bebés y a mi mujer para luego caminar con Noah en mis brazos a tomar un pequeño baño, creo que lo necesitamos por todo el ajetreo de hoy.


"Alek André Black Miller" "Alik André Black Miller"

Esposa Del MafiosoWhere stories live. Discover now