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1 MES DEPUES

 

DACOTA

- ¿Qué te parece este? - pregunto enseñándole el trajecito blanco a Erick.

- Hija si a ti te gusta a mí también- responde dándome una sonrisa.

- Ok- susurro agarrando otro igual colocándolo en el carrito.

Estamos comprando ropita para mis bebés, y como son gemelos quiero vestirlos igual, aunque aún no se el sexo les estoy comprando ropita blanca, bueno y de otros colores suaves.

Noah va dormido en su cochecito, y Erick es quien lo lleva mientras yo escojo las prendas, aunque no serán muchas solo mientras aún no sé qué serán.

Una vez que elegí todo lo necesario vamos a la caja donde Erick paga con una tarjeta. Los guardias que nos acompañan se llevan las bolsas de las compras, vamos a donde dejamos estacionadas las camionetas. Acomodo a Noah en su asiento sin despertarlo, se pone muy gruñón si lo hago.

Me acomodó al lado de él colocándome el cinturón de seguridad y nos dirigimos a casa. Veo por la ventana pasar a la gente, niños corriendo, parejas felices agarrándose de la mano y familias con sus hijos caminando tranquilamente, esos podríamos ser André y yo con nuestros hijos.

Sonrió con tristeza al recordar ese día, el día en el que se fue. Después de haber hecho el amor como solo nosotros sabemos hacerlo, espero que me durmiera para largarse sin decir nada. Se fue como un puto cobarde, me dejo sin importarle como me fuera a sentir al despertar y no verlo.

No le importo nada, ni sus hijos. Me sentí usada ese día. Aprieto mis manos en puño al recordar como desperté y lo busqué como loca en toda la casa, hasta que un guardia tuvo el valor de decirme que había salido con una maleta en la madrugada. En ese instante mi mundo se derrumbó por segunda vez.

Caminé lo más rápido que pude a nuestra habitación a ver el clóset, y si hacía falta su ropa. Me derrumbé en ese instante, fui tan estúpida al creerle como siempre lo he hecho pero el amor que le tengo me cegó.

Pero tenía que ser fuerte por mis hijos, aunque ya no lloraba aún tenía la esperanza que volvería a regresar, esperé días, semanas. Hasta hoy en día, pero esa esperanza ya la perdí. Pero después quise recuperarla al pensar que Erick sabía algo de él, pero tal vez él sabía dónde estaba le supliqué en llantos que me dijera si sabía algo, pero no, él tampoco sabía dónde estaba.

Ni una llamada, ni un mensaje, ni una carta nada. Si hablaba enserio que desaparecería de nuestras vidas. Noah, mis gemelos son lo único que me han mantenido en pie y lo seguiré haciendo por ellos.

Salto del susto al sentir la mano de Erick acariciando mi hombro, volteo a verlo y este me ve con lástima, limpia mis lágrimas que no había sentido que derramaba. Trato de sonreírle, pero creo que fue más una mueca.

-Hija, ya no te atormentes más- me abraza y yo lo hago igual- Volverá pronto- me susurra haciendo que más lágrimas salgan.

- Ya perdí esa esperanza- hipo del llanto.

Solo me ve a los ojos sin decir nada, limpio mi cara como puede. Noah aún sigue dormido, así que lo saco con cuidado, subo a mi habitación y lo coloco en su cuna, sonrió al ver otras dos cunas blancas a su lado, pronto estarán mis gemelos ahí.

- ¿Mi señora podemos pasar?- oigo que pregunta un guardia al otro lado de la puerta.

- Claro- contesto y estos entran con mis bolsas de compras.

Les agradezco y estos salen de la habitación.

Saco todo lo que compre y lo comienzo acomodar en mi clóset que también será ahora de ellos, la ropa de Noah ya está acomodada en esta solo falta la de ellos.

Estoy tan concentrada que no me doy cuenta cuando Nani entra a la habitación. Hasta que ella me habla.

- Mi señora no la quería molestar, pero la están buscando- me informa nerviosa.

- ¿Quién es, Nani? - pregunto curiosa porque no conozco a nadie aquí.

- No quiso decir su nombre.

- Esta bien, puedes quedarte con Noah- digo dejando lo que estaba haciendo.

- Claro- dice yendo a la cuna donde descansa Noah.

Salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mí. Bajo las escaleras despacio, pero unos gritos hacen que me detenga. Oigo las voces de los guardias discutir con una mujer. Termino de bajar las escaleras y los gritos se hacen más elevados, camino a la sala, me detengo abruptamente al ver la mujer parada donde la sujetan dos guardias y junto con Erick.

- Tiempo sin vernos niñita estúpida- sonríe maliciosa mente aún sujeta por los guardias.

































































Creo que me tardaré en subir capítulos esta semana, iré al dentista ya que tengo programada una pequeña cirugía. 🙂
Lo siento no me odien. 🧡

Esposa Del MafiosoΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα