55

12.2K 732 191
                                    

Como una hora nos hacemos para llegar al restaurante que al ver la fachada es sencillo, no me gusta ir a los que va André. Con ayuda de un guardia bajo de la camioneta y me ayudan también con Noah, pero esta vez no lo llevo en su cochecito, lo llevaré en brazos.

Veo el restaurante que está a unos metros de mí y todo es como cristal se puede ver tanto por dentro como por fuera, así que le digo a los guardias que se queden en el auto, pero estas se niegan.

—No podemos mi señora, el señor Black nos prohibió separarnos de ustedes.

—Por favor sí, no quiero que la gente se nos quede viendo raro por llevar a diez hombres conmigo— suplico intentando que cedan.

—Pero el señor...

— Si yo me haré responsable, solo se quedarán aquí podrán verme desde aquí — digo y estos se miran entre sí dudosos.

— Esta bien—contestan al fin después de un rato de silencio.

—Gracias — les sonrió agradecida.

Comienzo a caminar hacia la entrada del restaurante, pero esa sensación en mi pecho vuelve, haciendo que voltee a ver a los guardias que no nos quitan la mirada. Algo en mi dice que tengo que traerlos conmigo, que estoy cometiendo un error.

—¿Esta bien mi señora? — pregunta uno preocupado, ya que me quede parada viéndolos.

—Sí, no se preocupen — sonrío para que no miren los nervios que me están comenzando a brotar.

Solo son paranoias mías, me susurró comenzando a retomar mi camino.

Noah intenta quitarse su gorro, pero lo detengo haciendo que cargarlo se me dificulte un poco, lo llevo a un lado sosteniéndolo en mi cadera ya que mi vientre no dejo que lo cargue adecuadamente, al fin de tanto luchar logra quitárselo arrojándolo, pero este no toca el suelo ya que alguien lo agarra antes.

—Gracias — agradezco, levanto la vista quedando muda.

—De nada — me sonríe viéndome detalladamente, para luego posar su mirada en Noah.

—No... pensé en encontrarte por aquí — digo algo incomoda ya que la última vez que nos vimos fue cuando André casi lo mata.

—Casualidad de la vida —dice sin quitarme la mirada.

—Bueno este yo... tengo que entrar me están esperando — trato de sonreír, intento pasar por su lado, pero me detiene sujetándome del brazo.

—Podemos hablar un minuto— ahora su cara a cambiado totalmente, ya no tiene la sonrisa que me dio al principio.

—Veras yo... —trato de escusarme.

— Por favor —hace un poco de presión en su agarre.

— Esta bien — cedo y así logro que suelte mi brazo al escuchar mi respuesta.

Caminamos solo a unos pasos quedando en una esquina del pequeño restaurante, los guardias en ningún momento nos quitaron la mirada de encima y sé que en este momento André ya debe de saber todo.

— Dime, como verás tengo algo de prisa y Noah pesa un poco— quiero que hable ya, realmente me siento incómoda estar con él.

—Si quieres puedo ayudarte — intenta tomar a Noah de mis brazos, pero doy un paso hacia atrás dejándolo con los brazos extendidos.

—¡No! Que diga no, tú sabes que llora si alguien más lo carga — trato de explicar y este solo asiente.

—De lo que te quiero hablar es de nosotros.

—¿Nosotros? — pregunto confundida.

— Sí, de la relación que teníamos, pero el maldito de tu ex esposo vino a joder — pero que carajo está hablando.

— Espera Tomas creo que estás confundido, en primer lugar, nosotros no teníamos ninguna relación y segundo André sigue siendo mi esposo— explico ante sus raras conclusiones.

—No tu estas confundida, solo... necesito que vengas conmigo y así poder explicarte todo — trata de tomar nuevamente mi brazo, pero me alejo.

—Sabes que no puedo ir a ningún lado contigo, así que tengo que irme, adiós— me despido dando media vuelta para irme, pero me vuelve a detener.

—Dacota escúchame tienes que venir conmigo, yo te diré todo lo que André no te ha dicho.

—Tomas suéltame.

—No hasta que no vengas conmigo.

—Tomas enserio suéltame o llamo a mis guardias —lo amenazo, ya algo asustada por su actitud.

— Es que no entiendes, André solo te engaña te ve la cara de estúpida por eso tienes que venir conmigo y así sabrás todo — niego intentado soltarme de su agarre.

—Tomas nos estas asustando, suéltame.

—Tienes que venir conmigo por las buenas o por las malas — escupe furioso tratando de llevarme con él.

Volteo hacia los guardias y estos ya vienen para donde estamos, intento hacer que me suelte, pero no puedo y Noah siento que en cualquier momento resbalara de mi brazo, lo sostengo lo más que puedo haciendo que Tomás voltee a verme y este sonríe malicioso. Todo paso en cámara lenta enfrente de mí, ya no tenía a Noah conmigo al igual que ya no tenía el agarre de Tomás en mi brazo.

—Tomás que haces, Dame a Noah — digo horrorizada viendo a mi bebé en sus brazos quien llora por la forma tan brusca que fue quitado de mi lado.

—Un paso más y lo mató — grita sacando un arma apuntando a mi bebé.

Grito espantada viendo como le apunta a Noah, los guardias paran en seco detrás de mí con sus armas apuntando a Tomas, pero no pueden disparar, mi Noah está en sus brazos.

—Tomas dame a mi bebé — me desespero, una sonrisa de loco maniático aparece en su rostro.

— Te dije Dacota, por las buenas o por las malas — dice viendo a Noah.

Esposa Del MafiosoWhere stories live. Discover now