63

15.1K 931 585
                                    


—Cuando te diga que pujes pujas ¿sí? — da como últimas indicaciones la doctora.

Yo asiento como si yo fuera el que ira a pujar, son los putos nervios. Dacota solo susurra un sí como puede. Pongo una toalla en sus pechos que gotean, sus piernas las colocó encima de las mías a forma de que yo soy quien las sostiene para que no se canse de estar sosteniéndolas así abiertas.

—Vamos Dacota, puja— ¡Oh mierda! Sus uñas en mi cuello se entierran más profundo, hasta siento que arrancara algunos de mis tatuajes.

—Respira, tranquila— dice una vez Dacota deja de pujar.

Su respiración es acelerada, está sudando más y yo estoy que me cago de los putos nervios.

—Vamos otra vez— Dacota puja de nuevo, sus gritos no se hacen esperar y siento que en cualquier momento yo también gritare.

Hemos estado, así como por media hora, siento que ha pasado más tiempo y la doctora dice que él bebe ni la cabeza ha asomado, puta madre.

—No ya no puedo— gimotea llorando.

—Bien puedes, solo un poco más— el ánimo besando su sudorosa frente.

—Mierda André me llevas diciendo eso como por una hora— gruñe intentado respirar.

—Vamos Dacota — dice la doctora, viendo una máquina donde se emiten sus latidos.

¡Joder! ¡joder! ¡joder! Sus uñas enterándose en mis piernas desnudas, sus gritos de dolor, su cuerpo sudoroso, y ninguno de mis copias se digna a salir.

— Siento que me desmayare.

—¿Quieres que te traslademos al hospital y realicemos una cesárea? — pregunta la doctora bajando su cubrebocas.

—No, no me partirán como una vaca.

—Entonces no digas que ya no puedes.

—Como no es usted la que está intentado sacar a dos bebés por su vagina.

— Ya pasé esto dos veces y sé que es doloroso, pero por tener a mis bebés conmigo no me rendí.

¿Enserio están discutiendo en estos momentos?

—Vamos inténtalo de nuevo — dice la doctora terminando su pequeña conversación.

—Juro... que... ya.... no... tendremos... más bebes Black— grita pujando a lo que me hace sonreír, ¡ja! Si, claro.

—Vamos Dacota, la cabeza se está asomando.

— Vamos nena viene nuestra primera copia— susurro emocionado.

—Lo estás haciendo muy bien, vamos un poco más— veo como las enfermeras rápidamente comienzan a pasarles toallas a la doctora.

Dacota no deja de pujar y de enterarme las uñas en mi piel. Ah…y de tampoco decir que ya no tendremos más bebés, algo que ya sabemos que la haré cambiar de opinión más adelante.

—Vamos, vamos — susurra la doctora para ella misma, siento el cuerpo de Dacota caer en el mío y siento mi cuerpo tensarse al escuchar los llantos de uno de mis copias.

—Vean a esta hermosura— dice la doctora levantada a mi bebé con una cosa extraña en su cuerpo, sus llantos se escuchan por toda la habitación y yo estoy como un estúpido embobado viéndolo.

—¿Señor Black cortara el cordón? — me pregunta la doctora y yo asiento frenéticamente.

Me estiro un poco para agarrar las tijeras que le ofrece y cortar donde ella me dice, no despegó mi mirada del pequeño bulto que lo envuelven en unas toallas y lo llevan a revisarlo.

Esposa Del MafiosoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt